*El péndulo de la mayoría en las Cámaras de Diputados osciló al lado contrario y hoy, como hace tres décadas, un grupo tiene la hegemonía

CIUDAD DE MÉXICO.- Desde 1994, cuando el PRI y su candidato a la Presidencia obtuvieron el 48% de los votos en la elección presidencial, no se veía la mayoría aplastante de un partido en el Congreso.

En la Legislatura que comenzará a partir de este domingo, Morena tendrá el 50.2% de las curules en la Cámara de Diputados (251 asientos) y 48% en el Senado (62 escaños).

En los años de la transición de un partido hegemónico a los gobiernos divididos, nunca se había registrado un predominio como el del grupo que a partir del 1 de septiembre dominará ambos espacios.

Hace 30 años en el año de la elección presidencial entró en vigor el Tratado de Libre Comercio, un grupo guerrillero le declaró la guerra al gobierno, y el candidato del partido mayoritario fue asesinado.

Entonces, el partido en el gobierno obtuvo 300 curules en la Cámara de Diputados (60 por ciento del total), por 119 del PAN (14.2), 71 del PRD (14.2) y 10 del PT.

En la Cámara Alta había 95 senadores del PRI; 25 del PAN y 8 del PRD.

Nueva mayoría, caras conocidas

Aunque ese escenario es inédito para quienes nacieron en 1994 y los años siguientes, en esa Cámara estuvieron personajes que hoy siguen en la política, quizá el caso más destacado sea el de Ifigenia Martínez, entonces diputada del PRD y quien el 1 de octubre presidirá la sesión en la que Claudia Sheinbaum asumirá la presidencia.

En esa legislatura de 1994, conocida porque aprobó el aumento a 15% del Impuesto al Valor Agregado, se encontraba Ignacio Ovalle, entonces diputado del PRI, hoy funcionario en Gobernación y extitular de Segalmex, la empresa creada por el gobierno de Morena para suministrar alimentos a precios bajos en la que se cometió un fraude superior a 15 mil millones de pesos.

En el Senado de hace 30 años también abundan los nombres y apellidos de políticos que siguen en la arena, aunque con diferente camiseta.

La gobernadora de Campeche, Layda Sansores, era legisladora por el PRI, junto a Eduardo Robledo, padre de Zoe Robledo, director del IMSS Bienestar.

Junto con ellos se sentaba Juan Ramiro Robledo, entonces militante del PRI y hoy uno de los arquitectos del plan de reforma al Poder Judicial federal que ha provocado las protestas de trabajadores de ese órgano, estudiantes y estudiosos del Derecho.