*El novelista peruano protagonizó en 1990 un histórico debate con el poeta mexicano, transmitido por Televisa
CIUDAD DE MÉXICO (Agencias).-En la cúspide del control absoluto del poder presidencial en México hubo un encuentro de escritores convocado por el poeta Octavio Paz; el episodio quedó enmarcado por una frase: “la dictadura perfecta”, acuñada por Mario Vargas Llosa para criticar al sistema político del PRI.
Era 1990 y el psicoanalista francés Cornelius Castoriadis presenció el momento en el que Octavio Paz quedó sorprendido con aquella declaración de Mario Vargas Llosa, acerca de que "México es la dictadura perfecta", una frase pronunciada en el Encuentro La Experiencia de la Libertad, organizado por la revista Vuelta entre el 27 de agosto y el 2 de septiembre.
En aquella ocasión, el autor de “El laberinto de la soledad” reviró: “me gustaría hacer una pequeña rectificación por amor a la precisión intelectual. No se puede hablar de dictadura, Mario Vargas Llosa habló de dictaduras militares, así comenzó su intervención. En México, es un hecho, no ha habido dictaduras militares, pero sí hemos padecido la dominación hegemónica de un partido”.
Proceso reseñó el 10 de septiembre de ese 1990 (No. 723):
“Y tras concluir el programa, Paz descendió al salón y se dirigió a Vargas Llosa continuando la polémica en torno al sistema político mexicano”.
Vargas Llosa intentó responderle al poeta pero advirtió que el malestar del director de Vuelta era mayúsculo y prefirió no hacerlo.
Instantes después, Vargas Llosa abandonaría el coctel en Televisa San Angel.
“Circuló la versión de que Paz aseguró: ‘Lo que Mario dice es inexacto’. Y remató: ‘Ya no está en campaña’”.
Dos años antes, la noche del 21 de agosto de 1988, Vargas Llosa lanzó su candidatura para la presidencia del Perú durante un mitin en la Plaza San Martín de Lima; ahí atacó acremente al Partido Revolucionario Institucional pero asimismo sugirió al gobierno “con vibrante oratoria” –consignó la revista Expreso peruana– que “esos son los ejemplos que se deben seguir y no el de México, cuyo sistema es un horror, porque es el más corrompido de América Latina debido a que en virtud de una seudo democracia permite la dictadura de un solo partido en el poder”.
Reportó entonces Proceso (No. 619): “Tales declaraciones provocaron una respuesta airada pero seria y cortés del embajador mexicano en Perú, Jesús Puente Leyva, quien recibió amplios espacios en los diarios de esta capital (…) Ahí le señaló al escritor que el PRI ‘no es una agrupación nacida al cobijo de hechos circunstanciales ni concebida en juntas de café o en cenáculos de notables’, sino producto de la Revolución de 1910. “Señaló asimismo que ‘seguramente en mi país hay corrupción, pero no más que en otros países’, y lo jaloneó verbalmente por hablar de México agresivamente haciendo equivaler país, gobierno, partido y sistema político y recordándole que ‘en el ámbito de libertades de México han encontrado refugio incondicional todas las diásporas políticas del mundo’”.
En noviembre de 2013, el autor de “La fiesta del chivo” se reunió con el entonces presidente Enrique Peña Nieto en Los Pinos y declaró a los medios que “México era la dictadura perfecta, hoy México es una democracia”.
En octubre de 2014, el cineasta Luis Estrada estrenó su película bautizada con la frase del ya entonces Nobel de Literatura, La dictadura perfecta.
Entonces la reportera Columba Vértiz le preguntó:
–¿Qué opina de esa postura del escritor Vargas Llosa?
–Al escritor le pasa lo que le ha pasado al 90% de los intelectuales del mundo: no resisten la seducción del poder, la seducción del dinero, la seducción de la fama. Espero que la historia sea muy generosa con él y sólo deje sus maravillosos libros de cuentos y novelas.
“Todos tenemos un cierto lado esquizofrénico, porque las opiniones políticas de Vargas Llosa… es muy triste que por congraciarse con el PRI y antes con el PAN… que con su pan se lo coma, y que se le indigeste.”