CIUDAD DE MEXICO.-Falleció a los 84 años de edad Francisco Petrus VanderHoff Boersma, sacerdote católico y fundador de la Unión de Cafeticultores Indígenas de la Región del Istmo (UCIRI), organización cafetalera más antigua de Oaxaca.


A través de un comunicado, la UCIRI confirmó el deceso del luchador social y pionero, junto con los pueblos indígenas de la región mixe zapoteca, del comercio justo y de la producción orgánica del país.


Por la misma vía se comunicó el programa de sepelio en honor al padre Francisco, tendrá su comienzo este miércoles y concluirá hasta el sábado con su sepelio en el panteón de Ixtaltepec, Oaxaca.

Autor de los libros El manifiesto de los pobres, Soñando despiertos, Una experiencia del caminar en la montaña y Excluidos hoy, protagonistas mañana, la labor del padre Frans VanderHoff conjuntó palabra y acción.

Entre los múltiples reconocimientos de VanderHoff -nombre por el que era conocido-, se destaca el nombramiento de Caballero de la Legión de Honor por el presidente francés, Jacques Chirac, en el año 2005; también, el Premio Norte-Sur 2006 entregado por el Consejo de Europa.

De igual forma, es importante remarcar su doctorado honoris causa de la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica, debido a sus esfuerzos por innovar hacia una “economía diferente”. Asimismo, recibió el título de Comendador de la Orden de la Corona (Bélgica) por el Ministro belga de Cooperación al Desarrollo.

El año pasado, el Gobernador de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, le entregó por primera vez el Premio Estatal y Nacional de Promoción de Agricultura Orgánica y Comercio Justo, reconociendo su brega a favor de las comunidades indígenas y productores de café en la entidad.

Amigos, familiares y conocidos dedicaron palabras y gestos en memoria del fallecido, Nanaxhi de Gyves, locutora y activista de Ixtepec, Oaxaca, recordó su insensibilidad frente a las injusticias sociales.

Miguel Ángel Vásquez de la Rosa, integrante de la Asociación Civil EDUCA, describió a Francisco VanderHoff como “un sacerdote-obrero que vivió y trabajó durante más de 40 años con pequeños productores de café en la zona mixe zapoteca. Fundador de la Uciri, pionero de la agricultura orgánica y el comercio justo en nuestro país. Hombre inteligente y crítico, con una gran sensibilidad a las injusticias sociales y trabajando siempre por los más pobres, los más necesitados”.

En las comunidades, los productores de café recordaron su legado por trabajar en favor de la colectividad para el mejoramiento del campo, de la vida y la economía justa de las y los lugareños.

Finalmente, no se sabe qué pasará con UCIRI ya que siempre ha manifestado su rechazo a las empresas trasnacionales y a la forma ‘común’ de realizar negocios.