* El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, dijo que los esfuerzos de este encuentro están enfocados a identificar estrategias “claves” que han ayudado en lo local a construir la paz, la justicia y la seguridad.
PUEBLA, Pue. (Agencias).- Con el propósito de elaborar una agenda para construir la pacificación del país, la cual será propuesta ante los sectores de la sociedad, en especial ante los candidatos presidenciales de todos los partidos, inició hoy en la Universidad Iberoamericana Puebla el Diálogo Nacional por la Paz.
En el acto inaugural, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, dijo que los esfuerzos de este encuentro están enfocados a identificar estrategias “claves” que han ayudado en lo local a construir la paz, la justicia y la seguridad y, con esos elementos, elaborar una agenda que lleve a largo plazo a construir un México “en paz con justicia”.
Con esta agenda de paz se iniciará un proceso de diálogo con los futuros candidatos oficiales a la presidencia de la república y otros cargos, tratando de buscar compromisos para emprender otros caminos distintos a la actual estrategia de seguridad en todo el país”, expresó el clérigo.
El encuentro, convocado por la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México y la Dimensión Episcopal para los Laicos, está precedido de 1,002 conversatorios y 50 foros realizados en las 32 entidades del país en los que participaron 18 mil personas y 40 universidades públicas y privadas.
Luis Gerardo Mora Madrid, Provincial de los Jesuitas de México, recordó que fue el asesinato de los sacerdotes jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora y el laico Pedro Palma, ocurrido el 20 de junio de 2022 en Cerocahui, Chihuahua, la “semilla que germinó” en la necesidad de llevar a cabo este diálogo nacional.
“Desde ahora queremos invitar a todos los que detentan autoridad civil, eclesial o federal, mal ejercida pero también a los grupos delincuenciales que son responsables de la violencia en México a que dejen que Dios les toque el corazón, recapaciten y sean conscientes del daño que le están haciendo a su propia gente, al pueblo de México”, expresó el sacerdote al recordar a las víctimas de la violencia en México.
Por su parte, el rector de la Universidad Iberoamericana Puebla, Mario Patrón, dijo que lo que busca este diálogo es articular esfuerzos que recuperen los aprendizajes y las buenas prácticas cultivadas a lo largo y ancho del país, sumarse en “una sola voz” para proponer caminos de construcción de paz y esperanza y exigir al estado la adopción de una política integral de pacificación.
Recordó el concepto propuesto por el sacerdote jesuita Ignacio Ellacuría, sobre el “mal común” para designar la correlación de estructuras y procesos históricos que normalizan y perpetúan la desigualdad, la injusticia y la discordia en la vida cotidiana de millones de personas.
“Hoy en nuestro país la principal encarnación del mal común es la violencia generalizada que de manera transversal constriñe y obstaculiza las posibilidades de las y los mexicanos de disfrutar su derecho de vivir una vida digna y plena”, agregó.
Dijo que esta realidad, marcada por el dolor de las víctimas, obliga a elaborar un diagnóstico de los dinamismos que perpetúan las violencias en el país y proponer, desde la reconciliación y el diálogo, caminos para revertir el “mal común” que vive México.
Aunque aclaró que esa paz sólo será efectiva y duradera si sostiene desde las bases de la sociedad y se pone en el centro el dolor de las víctimas, “para desde ahí articular los esfuerzos de todas las instituciones implicadas en este propósito”.
En ese sentido, apuntó que será necesario reconocer y remediar las omisiones históricas que la sociedad y sus autoridades han permitido frente a la violencia.
En ese sentido y como punto de partida, Patrón hizo explícito el reconocimiento de las fallas y adeudos con los que cargan las propias instituciones civiles y religiosas “derivados de nuestra demora, tibieza e ineficacia para hacernos cargo de los clamores de la realidad”.
“Deseamos convertir los asesinatos de nuestros hermanos jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora ocurridos el 20 de junio de 2022 en un punto de inflexión en el devenir de México que propicie la colaboración integral y en red de todos los actores de la vida pública para la construcción urgente de una agenda nacional de paz a la altura de la complejidad de los problemas actuales”, puntualizó.
Juana Ángeles Zárate, presidenta de la Conferencia de Religiosos y Religiosas en México, indicó en que el primer día de este encuentro en el que participan más de 1,300 personas procedentes de todo el país, se analizarán las causas de la violencia en México y se escuchará a las víctimas, a los migrantes y a los pueblos indígenas.
En el segundo día se analizarán estrategias que son consideradas buenas prácticas para la atención de la violencia y la seguridad y para la reconstrucción del tejido social, mientras que en el tercer día se establecerán los acuerdos hacia una ruta a seguir a largo plazo para la construcción de la paz en el país, la cual se presentará a todos los sectores de la sociedad.
En el acto inaugural también estuvieron presentes Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey y presidente del Episcopado Mexicano; Ramón Castro, arzobispo de Cuernavaca y secretario del CEM, así como Denise Arana, Secretaria ejecutiva de la Dimensión Episcopal para los Laicos.