VILLAHERMOSA, Tab. .- Ante los recientes homicidios de niños en Tabasco, el obispo Gerardo de Jesús Rojas López aseguró que la inseguridad en el estado "ya no tiene límites".
El pasado martes fue asesinado Emiliano, de 12 años, estudiante de primero se secundaria, afuera de la casa de su abuela, en el municipio de Paraíso, a 74 kilómetros de Villahermosa.
El menor fue ultimado de tres balazos por un sujeto que estaba dentro de un coche, luego de que evitó que otro individuo lo metiera a la fuerza a la unidad, según el gobernador Carlos Manuel Merino Campos.
La noche del sábado, fue muerto de dos disparos en el abdomen el niño Darvin, de siete años, cuando se encontraba en su casa del ejido Francisco Trujillo, del municipio de Cárdenas, a 47 kilómetros de la capital tabasqueña.
El pequeño perdió la vida cuando hombres armados atacaron a su hermano Misael, de 17 años, a quien se acusó, en una cartulina dejaba por los sicarios, de ser ladrón de motocicletas.
Sobre estos casos le preguntaron este domingo los reporteros al obispo de Tabasco.
La inseguridad en Tabasco no tiene límites, dijo, y lamentó lo ocurrido con el menor de 12 años en Paraíso y con el de siete años en Cárdenas.
Señaló que es lamentable esta situación, y apuntó que no se consigue nada culpando a alguien, sino que se debe asumir la responsabilidad de lo ocurrido.
“Yo pienso que la inseguridad ha llegado a un momento en el que ya no tiene límites, pero no se trata de culpar a nadie, todos tenemos que poner nuestra responsabilidad; los papás, formar a los niños, educarlos, saber con quién pueden estar y con quién no, porque son tantas versiones que han aparecido en medios de comunicación y no sabemos la razón, el motivo que hay en el fondo”, expuso.