*El embajador estadunidense mencionó que la solución al problema de la migración está en la frontera sur del país

CIUDAD DE MÉXICO (Agencias).- Tras el franco reclamo respecto a la política de seguridad de México que externó hace dos semanas, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, reconoció hoy que el consumo de drogas y el tráfico de armas provenientes de su país forman "parte del problema", por lo que los gobiernos de ambos lados de la frontera deben atenderlo "como socios".

Dejando atrás el tono de regaño del pasado 13 de noviembre, al que el gobierno mexicano respondió mediante una nota diplomática, Salazar hizo eco a la carta que la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo envió al presidente electo Donald Trump en respuesta a su amenaza de imponer aranceles cuando tome posesión, el próximo 20 de enero; el diplomático también matizó sus críticas a la estrategia de seguridad, pues aseveró que las dijo "con una esperanza grande" de que funcione "el programa que está desarrollando la presidenta Sheinbaum".

En una conferencia de prensa, que ofreció en la residencia de la Embajada de Estados Unidos, Salazar insistió en su coincidencia con los gobiernos de Claudia Sheinbaum Pardo y su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, en materia de migración, y recalcó que su gobierno --el de Joe Biden– sigue apostando a América del Norte como zona de libre comercio.

Salazar repitió que la administración de Joe Biden está "alineada" con los planes de inversión en proyectos de desarrollo enel Sur y el Sureste de México --se refirió explícitamente al Istmo de Tehuantepec--, así como en las regiones de origen de los migrantes, para atender las raíces de la migración, y celebró que trabajó "muy de la mano" con López Obrador en materia migratoria.

El diplomático, quien afirmaba hace dos semanas que la estrategia de "abrazos no balazos" había fracasado, presumió que gracias al trabajo conjunto de ambos gobiernos, el número de cruces irregulares de migrantes entre ambos países cayó en un 65% a 75%.