* Por su estrategia de “abrazos no balazos” que fue un fracaso

CIUDAD DE MÉXICO. (Agencias).- El Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, visitó decenas de ocasiones Palacio Nacional, posó al lado del entonces Presidente López Obrador y, aunque en ocasiones hubo desencuentros entre ambos políticos, no se registró por años una crítica tan directa del político extranjero a la inseguridad como la que realizó apenas.

La detención del narcotraficante Ismael "El Mayo" Zambada en julio pasado provocó un distanciamiento ordenado por el morenista durante la recta final de su sexenio al asegurar que la operación se llevó a cabo sin comunicación y con intervención ilegal de agentes, lo cual fue negado por el país vecino.

A esos roces, el pasado 13 de noviembre se le sumó la declaración más fuerte de Ken Salazar hasta ahora: la política de "abrazos no balazos" fue un fracaso.

El diplomático, en conferencia ofrecida en la residencia de la Embajada, no sólo criticó esa estrategia, sino también dijo que las cifras que presentan los políticos morenistas sobre violencia no muestran la realidad de un ganadero asesinado en Sinaloa o la ejecución del párroco Marcelo Pérez en Chiapas.

"Tenemos estas cifras que le dicen al pueblo que no hay problema, no están basadas en la realidad. La realidad es que el pueblo de México, y esto es empresarios, son los miembros de la prensa como ustedes, son los que trabajan en las esquinas de las calles, son los que tienen ranchos, es como el vaquero en Sinaloa que lo mataron este fin de semana porque era líder?, no viven en seguridad. Y eso se tiene que ver muy claramente que es un problema muy grave de México", sostuvo.

Salazar aseguró que AMLO también rechazó la oferta de 32 millones de dólares para ayudar a México en situaciones de seguridad.

"Queremos invertir como socios, como familia en México, pero se rechaza por problemas ideológicos o con otras explicaciones que, de veras, no tienen (sustento en) la realidad de la inseguridad de México", acusó.
"Por muchos años se ha hablado que todo está bien en México, que todos tienen seguridad. Ahora vemos las realidades que están pasando en Sinaloa, las muertes que se ven donde quiera. Hablar que no hay problema es negar la realidad".

Los dichos de Ken provocaron una respuesta inmediata de Cancillería, quien ese mismo día envió una nota diplomática a la Embajada.

"México manifestó su extrañamiento por los mensajes emitidos por el actual Embajador de Estados Unidos en nuestro País", indicó la Secretaría a cargo de Juan Ramón de la Fuente.

Otra voz contra el dicho fue la que emitió la Presidenta Claudia Sheinbaum, quien acusó que el diplomático un día dice una cosa y luego otra.

"Primero: vale la pena decirlo, hay diferencias entre lo que dice el Embajador de Estados Unidos un día con lo que dice otro día, tal fue el caso por ejemplo de la reforma al Poder Judicial. En una ocasión dijo que le parecía bien una semana, después dijo que iba a ser muy malo para México. Les voy a poner una declaración que hizo Salazar hace algún tiempo", expresó.
"Entonces, ¿cuál declaración escuchamos? ¿La de ayer o la de hace unos meses?. Ese es primer tema, porque tiene que haber consecuencia, tiene que haber lógica en las declaraciones que hace uno; no puede uno declarar primero una cosa y luego declarar otra".

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) coincidió en recalcar que esa estrategia que se escuchó durante años, donde los abrazos iban por delante de los balazos contra el crimen organizado, nada más no funcionó.

"Hubiéramos querido más diálogo, eso sí, que hubiéramos querido que lo que alguna vez comentamos, que le suplicamos, pudiera realizar la estrategia de seguridad, porque lo dijimos: abrazos no balazos veíamos que no daba resultado. Entonces, creo que ahí se manifiesta un poquitito lo que hubiéramos querido de más", aseguró el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el Obispo Cuernavaca, Monseñor Ramón Castro Castro.

El Gobierno de López Obrador, quien consideró que detener a los delincuentes no era lo principal, sino "atender las causas", acabó el 30 de septiembre con más de 199 mil homicidios, la cifra más alta de todos los Gobiernos recientes, un promedio de 94 al día.