* Productores, cortadores y empacadores son amenazados por grupos delictivos; advierten que habrá escasez y piden actuar a la Guardia Nacional
APATZINGÁN.— A 10 días de que se suspendió la actividad de las fincas de limón en el Valle de Apatzingán, Michoacán, productores, trabajadores y la población, todos dependientes económicos de esta actividad, ven con preocupación la crisis que enfrentan, mientras la Guardia Nacional, presente en la zona, se limita a patrullar.
Productores, cortadores y empacadores han sido amenazados por grupos criminales, que deciden si se corta o no el limón, el costo del producto y su comercialización.
Por un lado, las organizaciones delictivas les cobran derecho de piso y extorsión, por otro, les exigen parar las actividades de la cadena productiva.
Cifras oficiales indican que están en riesgo 6 mil 659 productores y 71 mil 618 hectáreas de limón concentradas en 3 mil 636 huertos.
“Pongan atención la gente bonita de Apatzingán.
Se les comunica a todos empaques de Limón que a partir de hoy el cartel impone un himpuesto (sic) de un peso por kilo de Limón, ya saven (sic) la forma de pagar y quien lo va a recoger… Del pago naiden se salba (sic) pa que no busquen padrino”, señalan.
Otra advertencia fue: “Mañana no habrá corte, El (sic) que lo haga, ya sabe lo que le va a pasar”.
Días antes, un productor desafió las advertencias y envió una cuadrilla de cortadores a su huerta. Un grupo armado los interceptó, bajó a los cortadores de la unidad y le prendieron fuego al camión de carga.
La paralización de la actividad se refleja en el tianguis limonero, que ha cerrado sus puertas. Cerca de la localidad de La Presa del Rosario hay un puesto de control y vigilancia de la Guardia Civil y la Policía Estatal de Michoacán.
“Ya tiene como una semana que no hay actividad. Ahora sí que no sé cuánto más vaya a durar, pues ya no hay limoneros, los empaques ya se ven solos”, dice un agente estatal.
Frente a este puesto policial pasa un padre de familia con su esposa e hijos pequeños, se van a buscar el sustento, ya que viven del corte.
Una situación insostenible
“Nos vemos 6:30 o 7:00 de la mañana a más tardar”, indica un productor de limón que pide el anonimato por su seguridad.
Este hombre de avanzada edad es el único que se anima a hablar de la situación.
Ya internados en una huerta, el productor pide discreción para evitar ser detectados por algún grupo criminal de la región.
“Esto ya se convirtió en un verdadero problema a raíz de la extorsión de la gente de aquí [criminales]. No les importa, están cobrando demasiado y no lo tenemos”, expresa.
Mientras recorre su huerta señala que lo más grave es que ya les quieren cobrar un peso por kilo cortado de limón y otro peso más por kilo comercializado.
“El limón lo estaban fijando y pagando a 15 pesos el kilo y lo bajaron a 10 y a nueve pesos, nos están pasando a joder a todos”, expone.
Explica que el crimen organizado les cobra a través de los empaques. Es decir, les pagan un peso menos por kilo.
Narra que desde que pararon actividades, el limón se les echa a perder, está sin cortar y los más perjudicados son los cortadores, que viven al día de su trabajo.
“¿Qué iremos a hacer con la gente humilde?, la que trabaja, la que vive el día a día. Imagínese usted, toda esa gente que no tiene trabajo, ¿de qué va a vivir? Y luego, si tiene familia, ¿quién le va a dar de comer a sus hijos?”, se pregunta.
El productor adelanta que si la situación sigue así, se va a deshacer de las huertas, porque no le sale ni para cubrir el sueldo de los peones.
“Imagínese estar invirtiendo el dinero que no tiene uno y que está consiguiendo uno en los bancos y al rato tener que pagar, pues de dónde”.
Advierte desde ahora: “Estoy seguro que no habrá fruta casi todo el resto del año”.
El ruido de un vehículo hace que el productor decida terminar la entrevista y a pasos agigantados se retira de la huerta, pues teme que lo vea un criminal.
Exigen seguridad
Al salir de la zona de huertas se ve el despliegue de corporaciones de seguridad de los tres órdenes de gobierno, en recorridos sobre los tramos carreteros.
Militares y la Guardia Nacional saludan a cada niño o persona que se encuentran en el camino, como en busca de empatía; sin embargo, no lo logran.
“Ahí vienen estos buenos para nada. Si quisieran ya hubieran acabado con esto que vivimos. A ver hasta cuándo”, recrimina una mujer.
En la zona hay una manta, con fecha del 17 de agosto de 2023, en la que productores y empacadores exigen seguridad:
“Productores y empacadores de limón del Valle de Apatzingán exigimos al gobierno nos dé la seguridad para cruzar el tramo carretero de San Antonio a Nueva Italia, ya que estamos siendo amenazados por parte del grupo de Los Caballeros Templarios. Por dejar de pagarles cuota ahora nos amenazan con quemar empaques y camiones si trabajamos. Estamos volviendo a los tiempos de antes, donde ellos controlaban todas las cosechas y empresas de la región. Pero esta vez el pueblo levanta la voz y acudirá a donde sea necesario para liberarnos de estos delincuentes que tanto mal ya nos han hecho”, denuncian.
El presidente municipal José Luis Cruz Lucatero (Morena) confirma que la crisis por la que atraviesa su municipio es grave.
Recuerda que la producción y comercialización de limón representa 75% de la economía a nivel regional, y abastece 70% de limón en el mercado nacional.
Cruz Lucatero reconoce que esto se debe a “un conflicto entre los grupos delictivos, por el control de la producción de limón”.
“Cuando no se corta limón tiene una repercusión inmediata. Si este tipo de situación prevalece durante un tiempo considerable, va a generarnos un conflicto social y puede estallar una situación que no tenemos prevista”, advierte.
Recordó que de seguir así, habrá escasez de producto en el mercado nacional y como consecuencia, el precio del limón se va a disparar nuevamente.
Sin embargo, confía en que la solución para recuperar la estabilidad y la paz del Valle de Apatzingán es que continúe el operativo conjunto de seguridad de los tres niveles de gobierno, desplegado en la zona en las últimas semanas, aunque no evitó las extorsiones.
Esta situación deriva de una escisión de Cárteles Unidos, por parte de Fernando Cruz Mendoza, El Tena, contra Los Viagras y células de Los Caballeros Templarios.