CIUDAD JUÁREZ.- Mientras decenas de migrantes llegaron ayer en el tren de carga de Ferromex a Ciudad Juárez, en el bordo del río elementos de la Guardia Nacional de Texas colocaron refuerzos a la concertina paralela al río Bravo en el marcador 36 del muro fronterizo, y aumentaron la presencia entre las dos ciudades.
Migrantes y solicitantes de asilo o refugio en el vecino país esperaban a que los militares texanos dejaran de vigilar ciertas partes del alambre de púas para poder manipularlo nuevamente para abrirse paso al territorio paseño, pero eran rápidamente alcanzados a pie por los uniformados quienes les gritaban que retrocedieran, o a bordo de sus camionetas tipo pickup sin rótulos oficiales.
Estas mismas camionetas llevaban en sus cajas herramientas, rollos de concertina y tubos metálicos para reacomodar el cerco que removían los migrantes, quienes aprovechaban maletas y ropa abandonadas para cubrir las navajas del alambre.
Si lograban cruzar, corrían para intentar traspasar los demás cercos paralelos al río que negaban el paso hacia los agentes de la Patrulla Fronteriza estadounidense para poder ser procesados para ingresar a aquel país.
En el lado mexicano, agentes del Instituto Nacional de Migración observaban sin intervenir cuando unidades familiares con adultos e infantes buscaban cruzar el río.
Había tanto familias enteras considerando cruzar como otras en la acera sur del bulevar Juan Pablo II esperando a que se despejara de policías y agentes de Migración la orilla juarense del río para poder cruzar, por temor a ser detenidos por los elementos policiacos y de Gobernación.
De acuerdo con información de la Dirección de Derechos Humanos del Gobierno municipal, quienes han cruzado estos últimos días han sido migrantes que llegan a la ciudad a bordo del tren y que no buscan un refugio para pasar la noche sino que inmediatamente a su llegada buscan cruzar el río rumbo a Estados Unidos.
Ayer, centenas de personas en movilidad llegaron a Ciudad Juárez a bordo del tren de carga de la empresa Ferromex que arribó cerca de la una de la tarde a territorio fronterizo.
De acuerdo con las versiones de los viajeros, nadie los hizo descender de los vagones, sino que bajaron por su cuenta, empezando la travesía rumbo al norte de la ciudad para intentar cruzar a Estados Unidos.
Los grupos de personas bajaron cerca del kilómetro 20 de la carretera Panamericana, y desde ahí emprendieron una larga caminata sobre las vías del tren, que se quedó inmóvil a la entrada a esta localidad.