ACAPULCO, Gro.-Cristina y sus dos hijos llegaron a la gasolinera de la Colonia Renacimiento en Acapulco, usualmente llena de turistas que se abastecen cuando dejan el puerto.

Pero ayer, la estación estaba rodeada de láminas y palmeras tiradas. Como blanco de guerra. Las bombas de gas no jalaban. Sólo una empezó a funcionar alrededor de las 17:00 horas y, de inmediato, decenas de personas hicieron fila en el lugar.

Llevaban tambos, bidones, garrafas y hasta botellas de agua de dos litros para llevar el hidrocarburo.

Cristina traía a sus niños de 2 y 6 años con las lágrimas en los ojos. El llanto es de hambre, dijo.

La mujer suplicó al despachador por unos litros de gasolina, pero el calor a plomo, el fastidio y la zozobra llevaron a los ahí formados a gritarle que no.

"¡Que se forme!", le dijo un acapulqueño que estaba en el lugar 115 de la fila.

Unos 3 mil vehículos en este municipio permanecen varados debido a la falta de combustible.


"Las llamadas a urgencias nos piden gasolina, pero eso por ahora no lo podemos hacer, les pedimos que vayan a las gasolineras que van dando apertura poco a poco", explicó un Coronel.
"Lo que quiero es salir de aquí, por favor, ayúdenme, necesito gasolina para sacar a mis hijos", soltó Cristina en otra súplica. Llorando.

La mujer no se formó.

Se sentó en la banqueta a rezar, pero no fue suficiente.

"Está espantoso, ya no queremos estar en Acapulco", manifestó Pablo, que lleva ocho horas en su vehículo atascado en lodo y sin gasolina.

Tal es la escasez, que comenzaron a reportarse robos de gasolina a coches.
Don Agustín, un taxista de sitio en la costera, informó que le sacaron unos 600 pesos de combustible de su unidad.

"En vez de que haya solidaridad, nos están dando en la torre. En casa no tengo nada y ahora esto, ni para donde hacerme", dijo estacionado junto al hotel Emporio. Acapulco estuvo ayer otra vez en penumbras y sin suficientes alimentos.

"Estamos aislados, sin comida, sin luz ni agua.

Nadie ha pasado aún por nuestras casas, necesitamos agua", gritó desde su azotea el señor Alonso, en la Colonia Postal, paso obligado de la Autopista del Sol a la costa.

Toman control El Ejército y la Guardia Nacional asumieron la seguridad del puerto, tras una reunión de evaluación celebrada a las 15:00 horas.

"A poner orden en las comunicaciones, autos uno por uno, escalonados", ordenó un general a sus coroneles.

Las tropas avanzan en la recolección de cientos de toneladas de escombros en la costera. Entre La Diana y la Zona Naval.

El primer Batallón de Ingenieros Militares redobló esfuerzos para abrir caminos.

Unos 2 mil 300 militares que llegaron en apoyo para la implementación del Plan DN-III tienen como tarea abrir camino desde la Autopista del Sol hasta la costera.

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Además, establecerán cocinas comunitarias y albergues.

Ante la rapiña, cientos de elementos de la Guardia Nacional tomaron posiciones en los negocios saqueados.