CIUDAD DE MÉXICO (Agencias).- En medio de escándalos por presuntos desvíos de recursos públicos, confrontado con los poderes Legislativo y Judicial, el gobernador Samuel García Sepúlveda se encuentra inmerso en influir en la renovación de la Fiscalía General de Nuevo León (FGJNL), que no sólo se ha mantenido autónoma, sino que desde hace tiempo lo viene investigando.
Diferentes carpetas han seguido presuntas triangulaciones de fondos a favor de Samuel García y de algunos de sus allegados, a través de empresas factureras que, al menos en un caso, estarían ligadas a la organización criminal de los Beltrán Leyva, de acuerdo con lo publicado por la más reciente edición de la revista Proceso, actualmente en circulación.
Por su parte, el gobernador rechaza el contenido de las investigaciones, acusa filtración y manipulación de información y señala a “la vieja política” –expresión genérica con la que identifica a los políticos del PRI y del PAN– de estar detrás de todo.
Y como parte de esa designación, incluye a quienes se han ocupado de la FGJNL, desde que en octubre de 2022 dimitió el fiscal Gustavo Adolfo Guerrero, en medio de la crisis por el caso Debanhi que conmocionó a la entidad y al país.
El más reciente lance por obtener el control de la Fiscalía pasa por la toma del Legislativo.
Con MC en minoría, el gobernador neoleonés ha conseguido el apoyo de las bancadas de Morena, PT y PVEM, con lo que alcanzó 21 legisladores frente a las 21 curules que poseen PRI, PAN y PRD. El resultado es la parálisis.
Congreso empantanado
Desde el pasado lunes 2 de septiembre, el Congreso local no ha podido sesionar.
Los intentos de esa fecha, el martes y el miércoles por arrancar los trabajos del periodo ordinario son infructuosos, pues el Congreso no logra pasar ni el orden del día, por lo que la sesión queda suspendida.
La parálisis no es nueva.
Ya en periodos anteriores las inasistencias resultaban en falta de quórum, por lo que el desacuerdo en el orden del día es la novedad de la temporada que ha quedado marcada por dos factores:
El primero, un enroque que mandó al líder parlamentario naranja a la Oficina del Ejecutivo, al relevo de Miguel Ángel Flores Serna quien, a su vez, fue enviado al Congreso para convertirse en el líder de MC y su alianza con las bancadas de la 4T.
Flores Serna, uno de los más cercanos amigos y colaborador de confianza del gobernador García Sepúlveda, a quien llama “el Mike”, operador clave del sexenio, anticipó desde el pasado viernes que su papel será conducir el Congreso y sacar consensos para la elección de cargos como la Fiscalía y la gestión de un presupuesto acorde con los planes samuelistas para 2025.