*Rosario Piedra suma apoyos pero hay 48 aspirantes
CIUDAD DE MÉXICO (Agencias).- A poco menos de un mes para concluir el proceso para dar paso a una nueva administración de un nuevo periodo de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Celeste Ascencio Ortega, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, sostiene que “no hay línea” para ratificar en el cargo a Rosario Piedra Ibarra o alguna otra persona de los 48 aspirantes que atendieron la convocatoria lanzada el 7 de octubre.
Sin embargo, la joven senadora originaria de Michoacán no duda en defender la política de “austeridad republicana” que ha presumido Piedra Ibarra, en concordancia con las indicaciones del expresidente Andrés Manuel López Obrador, a quien nunca contrarió durante su gestión al frente de la CNDH.
De 31 años, purépecha e integrante de la comunidad LGBTI, Ascencio Ortega anunció el viernes último que de los 66 aspirantes que se inscribieron para participar en el proceso de selección de la presidencia de la CNDH, sólo 48 cumplieron cabalmente con los requisitos documentales establecidos en la convocatoria.
Entre las personas candidatas se encuentra Rosario Piedra Ibarra, quien busca reelegirse y para ello designó a su secretario Ejecutivo, Francisco Estrada, para promover su imagen en las fuerzas políticas, “fuera de su horario laboral”, según informó al personal del organismo el pasado 15 de octubre.
Fundadora de Morena en Michoacán, Celeste Ascencio celebró que de los aspirantes que fueron admitidos, 20 mujeres atendieron a la convocatoria, lo que habla del interés ciudadano para participar en contiendas para la renovación de la CNDH.
La información sobre el número de candidaturas definitivas fue dada a conocer durante una sesión extraordinaria de las comisiones de Derechos Humanos y Justicia, encargadas de revisar los perfiles de los postulantes y escucharlos en una jornada de tres días, del 24 al 26 de octubre.
Los senadores también atenderán el parlamento abierto el próximo 22 de octubre en el que participarán nueve organizaciones sociales, cada una con cinco minutos para presentar sus balances y tres más para dar respuesta a preguntas de los senadores.
En sintonía
Celeste Ascencio refiere que los integrantes de la Comisión de Derechos Humanos, pertenecientes a las cinco fracciones parlamentarias, “estamos en la misma sintonía” de buscar el “mejor perfil” para ocupar la presidencia de la CNDH.
“No hay líneas, no hay una orientación, sino todo lo contrario, la misma doctora Claudia Sheinbaum, cuando la cuestionaron al respecto, mencionaba que era algo que le competía al Senado y acá lo resolviéramos”, dice la senadora por Morena.
Lo anterior, insiste, aunque la Junta de Coordinación Política del Senado desechó de la convocatoria inicial el establecimiento de indicadores que tendrían carácter vinculante en el proceso de selección de la terna que será sometida al pleno del Senado.
—¿Qué garantías hay de que la decisión no será de carácter político? —se le cuestiona.
—No sé por qué hay tanto miedo. Yo les invitaría a checar mi perfil, créeme que no tengo una mancha hasta ahorita en materia de corrupción y no la voy a tener.
—¿De los demás integrantes de la Comisión qué dice?
—Estamos en la misma sintonía con todas las fracciones, hemos tenido buena sinergia en este tema. Créeme que si hubiera línea ni siquiera daba entrevistas.
Celeste Ascencio admite que la presidencia de Rosario Piedra ha sido controvertida, sobre todo porque se le ha cuestionado su falta de independencia y autonomía frente a la administración del expresidente López Obrador y no tener una posición a favor de las víctimas frente a casos de violaciones a derechos humanos cometidos por miembros de la Fuerzas Armadas.
Al sostener que constitucionalmente la CNDH como institución goza de autonomía, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos en el Senado puntualiza que “si estamos hablando de la transformación del país, partamos de la realidad de lo que pasa en nuestro país, no vamos a decir que todo ha sido intachable, pero tampoco vamos a negar que hemos tenido los mejores avances desde 2011 a la fecha en materia de derechos humanos con la reforma constitucional que se tuvo”.
Austeridad
Apunta que en cuanto a la actual administración de Piedra Ibarra, es de resaltar que “cuando aplican la austeridad republicana se deja de apoyar a organizaciones, como se tenía anteriormente, y muchos de estos apoyos en apariencia eran para algún proyecto, para capacitación o incluso para temas de viáticos”.
De la revisión de los informes anuales de la CNDH, dice que le llama la atención que con un presupuesto recortado en 27% “las recomendaciones se elevaron 170%, casi el triple de las administraciones pasadas; se podría decir que se está trabajando más con menos”.
La senadora asegura que en el proceso de designación los integrantes de las comisiones de Justicia y Derechos Humanos están obligados a escuchar a organizaciones sociales, incluso aquellas que plantean “un descontento, que tenemos que tomarlo en cuenta”.
Durante la entrevista se le pregunta a la senadora que entre los temas de cuestionamiento a la gestión de Piedra Ibarra resalta que si bien hubo más recomendaciones que en administraciones pasadas, no las hay en la misma proporción en el caso de violaciones a derechos humanos cometidas por las Fuerzas Armadas, pues mientras en los últimos cinco años la Guardia Nacional acumuló mil 813 quejas, el organismo presidido por Piedra Ibarra sólo emitió 13 recomendaciones, y de las mil 664 quejas contra la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), sólo 26 terminaron en recomendaciones.
Celeste Ascencio alerta que si bien durante la administración que acaba de terminar ni la Sedena ni la GN están en la lista de las cinco autoridades más señaladas, las cifras podrían explicarse porque “la gente tiene más confianza en estos elementos de seguridad pero, al mismo tiempo, yo personalmente deduzco que es porque las personas no denuncian. Sí se han movido las cifras y los indicadores, pero es porque la misma gente, los ciudadanos, no van a decirlo, por miedo”.
Para la senadora, entre las características que debería tener el titular de la CNDH es “que nos garantice de entrada que vamos a ser escuchados y escuchadas, que podamos tener certeza de que se le va a dar seguimiento a las quejas presentadas y que ese seguimiento tiene que finalizar o resolverse con una recomendación, que es lo que tiene injerencia”.
La senadora dice desconocer las denuncias presentadas a los miembros de la comisión de Derechos Humanos a principios de octubre, hechas por trabajadores y extrabajadores de la CNDH, que señalaron faltas graves en la administración de Piedra Ibarra en materia de manejo presupuestal y despidos injustificados, así como de imponer un terrorismo laboral.
Sin embargo, insiste que en este proceso de designación, Piedra Ibarra compite en igualdad de circunstancias que los demás 47 aspirantes, y lo que se busca es garantizar “apertura con organizaciones civiles, tener un proceso completamente transparente, completamente imparcial y que dé certeza al interior de la Cámara de Senadores, pero fundamentalmente a los ciudadanos que están participando en este proceso”.
Al poner su palabra en prenda, Ascencio Ortega alerta:
“Soy una mujer purépecha, de la diversidad sexual y que he vivido discriminación en carne propia, por ello soy una de las principales defensoras de que este proceso se haga conforme a derecho, completamente limpio y pulcro”.
Las organizaciones que participarán en el parlamento abierto programado para el 22 de octubre son el Centro de Estudios Superiores Justo Sierra O'Reilly, Observatorio de Designaciones Públicas, México Unido contra la Delincuencia, Colectivo Todehumi, Documenta, Yaaj México, Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Artículo 19 y Red Gaylatino Capítulo México.
Después de ese ejercicio, del 24 al 26 de septiembre comparecerán ante las comisiones unidas los 48 aspirantes, de los que saldrá una terna que será publicada el 8 de noviembre, personas que comparecerán ante el pleno del Senado para ser sometidas a votación a más tardar el 15 de noviembre.