* El cruce binacional más congestionado fue el Reynosa-Mission, ya que por el puente Anzaldúas los viajeros tuvieron que hacer doble fila
REYNOSA.- Los puentes internacionales lucieron saturados casi todo el día al registrarse largas filas con tiempos de espera hasta de cuatro horas o más.

El cruce binacional más congestionado fue el Reynosa-Mission, ya que por el puente Anzaldúas los viajeros tuvieron que hacer doble fila, la normal para llegar a las casetas de la Aduana Americana y otra en la línea divisoria del río Bravo.


Desde el año 2020, cuando de las caravanas migrantes intentaban cruzar a la brava los puentes, Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) colocaron vallas y caseta de vigilancia en los puentes justo en la línea divisoria de los puentes del Río Bravo.

Aunque esta caseta en Anzaldúas no registra fila en periodos vacacionales, en esta ocasión las dos filas casi se juntaron por el alto aforo vehicular.

Principalmente vehículos con placas de Nuevo León y de otros estados del interior pasaron este sábado por el Puente Anzaldúas.

En la mañana las dos filas de vehículos llegaban hasta la altura de la carretera ribereña, por la parte elevada del puente.

Muchos viajeros del interior buscan aprovechar el fin de semana largo por el día festivo adelantado del lunes, ya que el Natalicio de Benito Juárez cae en jueves, 21 de marzo.

El puente Reynosa-Hidalgo también registró tiempos de espera muy prolongados, para llegar a la Aduana de Hidalgo, tardaron de tres horas y media por la mañana a tres horas por la tarde.

La desesperación de los conductores orilló a algunos a tratar de meterse en la fila en el cruce de la calle que conecta con unas canchas deportivas, lo que estuvo a punto de provocar colisiones, y no hubo presencia de agentes de Tránsito.

Los tiempos de espera que CBP proporciona en su página oficial eran muy inferiores a la realidad, por el puente Anzaldúas reportaban 120 minutos de espera en fila, cuando los conductores aseguraban emplear cuatro horas en llegar a la caseta aduanal.

Por el contrario, el puente Juárez-Lincoln de Nuevo Laredo, con siete carriles abiertos, el tiempo de espera era de 45 a 50 minutos, sin largas filas.

Mientras que en Matamoros el tiempo de espera en fila era de una hora por el Puente Veteranos, y por el cruce B&M era de 90 minutos.

Por Nuevo Progreso era el menos congestionado, al mediodía registró un alza de aforos con una hora de espera en fila, pero por la tarde se redujo a 10 minutos otra vez.