TAPACHULA, Chiapas (Agencias)..-El médico cubano Adrián Pupo Ojeda fue secuestrado en Tapachula, México, y sus captores está pidiendo 10,000 dólares para liberarlo, según denunció su familia desde Puerto Padre, en la provincia oriental de Las Tunas, y confirmó ADN Cuba tras contactar
con sus familiares en la isla.

Iván Maceo Silva, amigo de la infancia de Pupo y residente en Texas, reveló a ADN Cuba que el secuestro ocurrió el cinco de noviembre, alrededor de las seis de la tarde, en la plaza central de Tapachula, Chiapas, a unos 15 kilómetros de la frontera con Guatemala.

Según Maceo Silva, la última vez que vieron a Pupo fue cuando abordó un taxi; posteriormente, los secuestradores le permitieron al médico comunicarse con su familia para pedirles que consigan el dinero del rescate.

El amigo afirma haber escuchado audios de los secuestradores conversando con la familia de Pupo y, por el acento y el vocabulario, no cree que los captores sean mexicanos.

Estos han solicitado que el dinero se envíe a México a través de la Western Union y para ello proporcionaron copias de tres pasaportes venezolanos con la información necesaria para realizar el pago, según explicó Maceo a ADN Cuba.

Pupo, de 27 años y padre de un niño pequeño, fue descrito por Maceo Silva como una persona noble, que se graduó de medicina con gran esfuerzo.

Pupo y su hijo
Según explicó Maceo, el joven salió de Cuba el 1 de noviembre con destino a Bolivia y, desde allí, viajó a Nicaragua y luego a México, adonde llegó el 5 de noviembre, el mismo día en que fue secuestrado.

Ya en México el médico buscó alojamiento y salió a buscar cualquier trabajo en el área de Tapachula, ya que no llevaba dinero suficiente para poder pagarle a un coyote que lo pasara a Estados Unidos; al parecer, cuando abordó el taxi para regresar a la casa en la que se había rentado, fue secuestrado.

El periodista Mario Pentón fue el primero en reportar la noticia a través de su cuenta en la red social X, donde trasmitió un video de la familia de Pupo pidiendo que el joven fuera liberado.

Según el portal de datos abiertos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en la última década unos 4,865 migrantes han muerto en la frontera entre México y Estados Unidos, la mayoría por ahogamiento en el río Bravo al intentar cruzar en balsas improvisadas que se volcaron en las corrientes.

Pero el peligro que enfrenta Pupo obedece a una causa de muy distinta naturaleza: de acuerdo con la agencia EFE, los migrantes han denunciado una ola de secuestros masivos por parte del crimen organizado en Tapachula, donde los delincuentes marcan a los migrantes en los brazos y les exigen dinero para liberarlos.