* El costo de la obra superó los 10 mil millones de pesos, de acuerdo con datos de la administración pasada y de la actual
Se inaugura la autopista Barranca Larga-Ventanilla, que comunica a la capital de Oaxaca con Puerto Escondido; para su construcción se tuvieron que sortear conflictos agrarios, políticos y sociales, que fueron heredando gobernadores y presidentes.
OAXACA, Oax. (Agencias).- Tuvieron que pasar los mandatos de cuatro gobernadores y tres presidentes de la República para que los oaxaqueños pudieran ver terminada la autopista Barranca Larga-Ventanilla, que conectará a la capital del estado con la Costa y cuya inauguración fue ayer domingo 4, a cargo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El costo de la obra superó los 10 mil millones de pesos, de acuerdo con datos de la administración pasada y de la actual.
La inauguración, por cierto, está prevista cuando todavía está pendiente de terminar un último tramo de casi un kilómetro de los 104 que tiene en total; faltan las dos casetas de peaje que operarán y algunos otros detalles.
La inauguración de la autopista a la Costa de Oaxaca se ha pospuesto en varias ocasiones; la última fue en noviembre pasado, cuando se adujo un supuesto derrumbe.
En realidad, el retraso fue ocasionado por la inconformidad de las comunidades de los Coatlanes, que denunciaron que el gobierno había incumplido varios acuerdos para ejecutar la obra, que se ha visto envuelta en diversos conflictos comunales a lo largo de estos años.
Antes, en diciembre de 2018, Andrés Manuel López Obrador suspendió la construcción de la autopista a la Costa de Oaxaca al declararse desierta la adjudicación.
El entonces gobernador Alejandro Murat reconoció que en la autopista a la Costa de Oaxaca se había invertido más dinero que el utilizado en la construcción de otras tres autopistas: para ese entonces se llevaban erogados alrededor de seis mil millones de pesos.
Murat dijo en ese 2018 que tres mil millones de pesos fueron ejecutados antes de 2016 y los otros más de tres mil millones se pagaron ese año a través del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), que depende de Banobras, con el fin de recuperar la concesión que estaba en poder de la empresa ICA.
Esto significa que el gobierno de López Obrador invirtió otros cuatro mil millones de pesos para, por fin, concluir la autopista.
La carretera de nunca acabar
Fue en el sexenio del panista Vicente Fox cuando se inició esta obra, y después de casi 19 años le tocará a Andrés Manuel López Obrador inaugurar esta vía que también impactará en el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, uno de los megaproyectos del gobierno de la 4T.
El gobernador morenista Salomón Jara Cruz detalló el itinerario del presidente en su visita a la entidad: la gira de trabajo inició ayer sábado con la supervisión de una obra del ferrocarril de Ciudad Ixtepec a Chiapas, y de la autopista Oaxaca-Mitla-Istmo de Tehuantepec.
Al ponerse en marcha la operación de la carretera Barranca Larga-Ventanilla será posible trasladarse de la capital de Oaxaca a Puerto Escondido en aproximadamente dos horas y media, lo que agilizará la comercialización de productos y servicios. Cabe subrayar que ese trayecto consumía hasta ahora seis horas.
Jara señaló que esta obra se suma a otras como el tren transístmico de Salina Cruz a Coatzacoalcos, Veracruz; el Tren Maya y el Aeropuerto Internacional de Tulum.
El gobernador Jara no ha echado a andar obras propias de infraestructura, pero, en cambio, se ha ocupado de elogiar las realizadas por el gobierno federal en la entidad:
“A diferencia del pasado, ahora México cuenta con un presidente comprometido con el pueblo y enfocado en el bienestar de las mayorías. El presidente Andrés Manuel López Obrador está haciendo lo que otros no pudieron o no quisieron hacer al concluir esta autopista”.
Salomón Jara.
La obra inició en el periodo de José Murat Casab, al que siguieron Ulises Ruiz Ortiz, Gabino Cué Monteagudo y Alejandro Murat Hinojosa, sexenios en los cuales fue suspendida porque enfrentó conflictos agrarios, políticos y sociales con algunas comunidades a su paso.
Obstáculos
Por ejemplo, el conflicto agrario entre San Vicente Coatlán y Sola de Vega derivó en bloqueos, manifestaciones y otras acciones que paralizaron la construcción por muchos años.
El problema aparentemente había quedado dirimido con una resolución del Poder Judicial de 2003 que adjudicó el reconocimiento de 20 mil hectáreas para Sola de Vega, lo que no fue aceptado por San Vicente, por lo que éste mantenía bloqueado el camino por donde pasa el trazo de la carretera.
En noviembre de 2021, el propio presidente López Obrador, en una visita a la entidad, anunció una negociación con habitantes de estas comunidades para presentarles una oferta a través del entonces gobernador Alejandro Murat para terminar con el conflicto territorial entre ambas localidades, que impedía liberar unos 13 kilómetros de vía.
En ese entonces, el presidente dijo creer que ya para diciembre de ese año estarían llegando a un arreglo y que la carretera podría estar terminada e inaugurada para agosto de 2022, lo que no ocurrió.
Luego de supervisar la obra, el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Jorge Nuño Lara, explicó que esta autopista es uno de los proyectos carreteros que inició en 2009 y que el actual gobierno la reanudó en 2018.
Explicó que, en sus 104 km de longitud, la autopista tendrá una inversión global de 10 mil 670 millones de pesos; también dijo que además de contribuir a mejorar la movilidad, la seguridad y calidad de vida de los habitantes de esa zona de Oaxaca, permitirá acercar diversos servicios, como educación y salud para unos 100 mil habitantes de la región.
La vía enlaza las carreteras Oaxaca-Puerto Ángel y Pinotepa Nacional-Salina Cruz, con 2 carriles (1 por sentido), 10 puentes, 3 túneles, 2 viaductos, 15 entronques, 2 plazas de cobro y 114 pasos.
Se estima un tránsito diario promedio anual de 4 mil 253 vehículos.
Durante el primer año de operación se podrá circular de manera gratuita.