* Manifestación de profesoras de la Antonio María de Rivera

AVC/Verónica Huerta

Xalapa, Ver.- Profesoras de la Escuela de Bachilleres Diurna “Antonio María de Rivera” en Xalapa, se manifestaron durante el acto cívico de honores a la bandera para solicitar protección a la secretaría de Educación de Veracruz (SEV) y a las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE) ante el miedo de que uno de los asesores cumpla las amenazas de hacerles daño, luego de que fue denunciado por los presuntos delitos de amenazas, violencia, acoso laboral, y sexual.

Las víctimas informaron que en el afán de demostrar el poder en el interior del plantel, el asesor Hugo Arturo N encerró a una de las profesoras para ofenderla con palabras de “jodida, vieja pobre, tienes plaza administrativa, nunca vas a salir de jodida y golpeó un banco de plástico hasta desbaratarlo.

“La maestra está a un paso de la parálisis facial, le tiene mucho miedo; ella está sola con sus hijos y camina de la escuela a su casa”.

Un caso de acoso ocurrió en el año 2019, cuando el asesor siguió a una profesora a su casa, y permaneció afuera por un largo tiempo.

Otra de las cuatro profesoras expresó que el profesor ha mostrado una actitud de “obsesión” con ella, por el acoso sexual que ejerce.

Las agresiones del asesor comenzaron hace seis años cuando los docentes se percataron que salía del plantel consumía bebidas alcohólicas y así regresaba a intentar continuar con su labor.

“Nos deja mensajes con otros compañeros, por eso fuimos a Fiscalía porque nos dijo que nos va a mandar a levantar; a los compañeros les ha dicho que estamos locas y que se la vamos a pagar, que somos arguenderas, que tiene poder, que nadie le puede hacer nada” lamentaron.

El acoso también lo ha hecho contra las alumnas, incluso en una ocasión una de las menores de edad denunció a la dirección escolar que el asesor la siguió en su auto, la acosaba en el área de baños, la invitó a salir, ella se negó y Hugo Arturo empezó a intimidar al novio que también era estudiante de la preparatoria.

Desde el anterior director de la escuela de bachilleres Antonio María de Rivera hasta las coordinadoras y el líder del Sutsem, Ricardo Diz Herlindo, el asesor ha tenido protección, incluso no actuaron cuando cometió acoso contra una alumna y su novio.

“Con las coordinadoras de las Asesorías creemos que hay complicidad porque él como obtuvo los datos para escribirles, además ellas tenían conocimiento de sus actos y las coordinadoras justifican sus actos de violencia y sabiendo que ponen en peligro a los alumnos”.

De acuerdo con las víctimas, el asesor agresor actúa bajo el manto de protección del secretario general del Sindicato Unificador de Trabajadores al Servicio del Estado y el Magisterio (SUTSEM), Ricardo Diz Herlindo, por el parentesco familiar que los une.

Las víctimas pusieron la denuncia ante la Dirección General de Bachillerato (DGB) en marzo del 2024, y las autoridades ordenaron separarlo del plantel, sin embargo el agresor hace presencia en la escuela para amenazarla o en su caso dejar mensajes con otros profesores.

“Acudimos a la DGB, están enterados y nos dijeron que en un mes nos dan respuesta, también fuimos Fiscalía a denunciar porque es una persona agresiva, muy violenta, tenemos miedo; el problema es que en la escuela hay compañeros que son omisos y cómplices”.

Las profesoras temen que el asesor haga daño a sus hijos e hijas que son alumnos de la escuela Antonio María de Rivera.

“El miedo es que son niños, adolescentes y él entra al plantel, nos intimida y los hijos tienen miedo que les vaya a hacer daño a ellos y a nosotras” expuso.

Las profesoras se animaron a manifestarse luego de que Hugo Arturo N ha demostrado que tiene la protección del líder del Sutsem Ricardo Diz Herlindo, a tal grado que el agresor entra al plantel y pide a los coordinadores de la escuela datos de los estudiantes para exigirles que hagan “una relatoría y la firmen” en el sentido de protegerse.

“Ha estado pidiendo a los estudiantes que sean sus testigos de que él no es agresor, que es buena onda y que quiere regresar a la escuela. Nosotras apenas tuvimos el apoyo de la subdirectora, porque anteriormente el director nunca, nunca, quiso apoyarnos, y llevábamos 6 años denunciando las agresiones”.