Por Rodrigo Barranco Déctor/NOTIVER
Medellín de Bravo, Ver. La advertencia de la empresa Ferrosur surgió efecto al mediodía de ayer lunes, cuando trabajadores demolieron con ayuda de maquinaria la primera construcción edificada sin respetar los límites del derecho de vía ferroviaria en la localidad de El Tejar, en la ciudad de Medellín de Bravo.
La vivienda era de madera y lámina de cartón, por lo que no costó trabajo destruirla.
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Estaba ubicada al inicio de esa comunidad, cerca del centro comercial Soriana y, al parecer, es el comienzo de una reubicación forzada de todas las personas que llevan décadas habitando y usando como locales comerciales el costado del paso del tren.
Al parecer, los afectados no creyeron la advertencia que el apoderado legal de Ferrosur le hizo al inicio de este julio, pero ayer, que vieron la primera demolición, se concentraron en El Tejar, para hablar sobre las acciones que tomarán para defenderse.
Desde hace décadas, personas llamadas “paracaidistas” invadieron el derecho de vía y construyeron primero modestas casas, luego las hicieron más sofisticadas, para cambiarlas por locales comerciales debido a que estaban a pie de la avenida Independencia, que es la principal de Medellín de Bravo.
En la actualidad, toda esa invasión está llena de negocios como cadenas de ferreterías, tiendas, pollerías, verdulerías, carnicerías, tortillerías y una infinidad de comercios.
Desde hace tiempo, Ferrosur advirtió que iba a recuperar esos predios porque es un peligro para todos dado a que sus reglamentos dicen que no puede haber ninguna construcción a 15 metros de distancia de lado y lado, y en El Tejar detectaron casas que están a 50 centímetros de las vías.
A principios de julio, un abogado que dijo ser representante legal de la compañía acudió para advertir a los colonos que tenían que tirar todo lo que estuviera invadiendo ese radio, los colonos según se comprometieron, pero no habían hecho nada.
Ayer, de manera sorpresiva llegaron los trabajadores y tumbaron la primera casa que está cerca del lugar conocido como los Terrenos de Fuster y esto prendió las alarmas de los ciudadanos que apenas se dieron cuenta que la reubicación va en serio.
