* Aborda a Rocío en Coatzacoalcos durante su gira, quiere que no haya paliativos para los dos detenidos 

Por Manuel Hernández
Reportero de Notiver

En su visita a Coatzacoalcos la gobernadora Rocío Nahle fue abordada por la señora Lizeth Ruiz Granados, madre de la enfermera Noriko Dayana, asesinada en julio de este año. 

Los familiares solicitaron a la gobernadora que no quede impune el crimen y se aplique todo el peso de la ley al presunto homicida Gregorio "N".

La señora Lizeth Granados dijo que las pruebas en contra de los dos detenidos son contundentes y se ha integrado la carpeta de investigación, quiere todo el peso de la ley para el presunto asesino:

¡LE PAGARON POR MATAR A NORIKO DAYANA! - *FALTA EL SEGUNDO IMPLICADO
El subsecretario de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, Luis Rodríguez Bucio, reveló que Luis Alfredo “N”, quien fue vinculado a proceso por el feminicidio de la joven enfermera Noriko Dayana…
"Que no lo dejen libre, tiene que pagar por lo que le hizo a mi hija y para que no lo vaya a hacer con otras chicas, pido justicia tengo confianza en las autoridades", apuntó.

Dijo que la Policía Ministerial y la Fiscalía han trabajado para aportar todas las pruebas por lo que solicita a la gobernadora que la apoye para que no quede impune el caso, la indagatoria del feminicidio se amplió un mes para seguir aportando las pruebas en contra de los dos detenidos.

"Han sido cuatro meses de un proceso difícil totalmente para mal, una vida donde ya no es la misma, ya me dejó muerta en vida también para mi esposo y para mis dos hijos, ha sido duro era la consentida de los cuatro", apuntó.

Cómo se recordará Noriko fue baleada en la entrada de su guardia en el hospital general de la zona 36 del IMSS en Coatzacoalcos, los agresores Gregorio N y Betancourt N se encuentran detenidos mientras que Sebastián el novio de la enfermera, fue liberado de toda responsabilidad. 

Cabe destacar que Gregorio "N" pasó varios meses prófugo de la justicia hasta que pudo ser detenido finalmente en el Estado de Hidalgo, tras cometer el crimen se dio a la fuga y luego se detuvo al autor material.

Gregorio se cambió el nombre y empezó a trabajar en una fábrica de veladoras pero antes tuvo otras residencias en Tehuacán, Puebla, en dónde le seguían la pista, cuando lo encontraron se dirigía a su nuevo empleo que había conseguido con una identificación falsa, lucía más gordo y con barba pero aún así fue identificado y detenido.