AVC/Verónica Huerta
Tuzamapan, Mpio de Coatepec, Ver.- Con el sol sobre la espalda, un grupo de hombres mueven con agilidad y firmeza el machete afilado, avanzan con orden, cortan una a una de las cañas quemadas hasta reunir una tonelada que el ingenio de Mahuixtlán pagará en 56 pesos; si cortan 17 su jornal será de apenas 190 pesos.
Repletos de tizne que ni el sudor quita, los hombres de mayor edad se enfilan por las veredas y detrás de ellos van menores 13 y 15 años; y para intentar salvarse de la insolación llevan una garrafa con agua que el mismo sol calentó.
Están sabidos que lo esencial es llevar camisas de manga larga y de preferencia con cachucha integrada para protegerse de “la pelusilla” que sueltan las cañas, de lo contrario la comezón no los dejará trabajar desde el amanecer hasta lo más que resistan sus organismos.
Son los tiempos de zafra, es temporada de trabajo “mal pagado y mal valorado” pero no hay otra opción, así ha sido siempre, aquí los más amolados somos nosotros, según el ingenio paga IMSS pero si nos cortamos nos vamos a farmacias baratas, el Seguro los doctores no se dan abasto”, coinciden en señalar un grupo de cortadores de caña Óscar, César, José, Francisco y Sergio.
En el campo recién cortado se aprecia una camioneta, a un lado está una mesa que sostiene un termo con agua fría sabor horchata, una caja con pambazos, una jarra con café y pan de Xico, además de unos refrescos de cola; los han llevado los dueños de un predio: Manuel y Rocío, que preocupados por el solazo y la alta temperatura comparten los alimentos con los trabajadores.
Los cortadores se acercan a refrescarse con un agua de horchata, “empezamos el corte el 15 de noviembre y termina en mayo; de antemano sabemos que la caña se corta lo más pegado a la tierra, ahí se concentra lo más dulce dónde hay más azúcar, le conviene al patrón que le cortemos bien y conviene al ingenio”.
Antes de cortar, quemaron previamente el terreno con las mismas hojas secas de la caña, “tienes que tener cuidado que no se te pase la lumbre al terreno de al lado o al limonar ese es de otro dueño, hay que tener cuidado ya hay mucho limón en esta zona”, refieren.
LOS 56 PESOS POR TONELADA NOS LO REPARTIMOS ENTRE CINCO CORTADORES
Con las manos totalmente negras por el tizne el grupo de cinco cortadores tratan de limpiarse el sudor, hacen una pausa para arrimarse a la poca sombra que da la misma caña y ahí informan que en un día logran cortar hasta 17 toneladas de caña.
“Somos cinco y cortamos 17 toneladas, cada tonelada nos la paga el ingenio en 56 pesos, haz la cuenta pariente, son casi mil pesos, a ver hazle números” le dice un cortador al otro que le responde “ya te la sabes menos de mil pesos”.
Oscar el capitán de los cuatro cortadores hizo cuentas y respondió con certeza “son 952 pesos que nos pagan, eso lo dividimos entre 5 hombres que somos, nos queda el día de a 180 o 190 pesos más o menos, eso nos vamos a ganar hoy que empezamos desde las seis de la mañana y le vamos a parar hasta como a las cinco de la tarde”.
José otro de los cortadores señaló que el sol quema y pesa sobre la espalda, por eso deben estar siempre alertas porque una cortada con el machete les puede costar el día.
“Es difícil, si nos cortamos dejamos de trabajar un día, dos, y si es así quién mantiene a la familia. Yo me he cortado las piernas, son heridas grandes, deberíamos de ir al Seguro, pero el ingenio nos manda al Centro de Salud de Tuzamapan, porque el Seguro está lleno de gente no te quieren atender” acusaron.
Los cortadores señalaron que sus compañeros han preferido trabajar en la cosecha de limón, debido a que los productores pagan el jornal en 300 pesos diarios, en cambio el ingenio Mahuixtlan apenas pagan entre 160 y 180 pesos y, según la cantidad de caña que corten.
AÑO CON AÑO LOS DUEÑOS DE TERRENOS PREFIEREN SEMBRAR LIMÓN
En la región de Coatepec, Emiliano Zapata y Tlaltetela, los hombres del campo notaron que la siembra de limón ha ganado terreno, y uno de los factores es porque el productor de caña pierde cuando en la báscula del ingenio Mahuixtlán a la hora de pesar el camión cargado de caña, aseguran que fueron 17 toneladas en vez de 20.
“La producción depende del cuidado, la abonada, del tiempo, lluvia. El año pasado me bajó la producción a 100 toneladas y perdí. El año pasado le aventé 36 bultos de abono de a 1mil 350 pesos, eso es un robo; ahorita el abono bajó a 900 pesos” se quejó el productor.
Citó de ejemplo que su predio mide 2 hectáreas y media, y sabe que la producción de caña suma de 200 a 250 toneladas, y el ingenio le pagará en enero posiblemente 40 mil pesos y otros 20 mil pesos en mayo cuando finalice la zafra; en cambio los dueños de limonar, con la venta del cítrico obtienen un promedio de 100 mil pesos.
“Soy dueño de caña y limonar, y me conviene el limonar: de un terreno te dan 45 mil pesos de caña, y al final de la zafra te dan otros 20 mil pesos, y del limonar sabes que le sacas 120 mil pesos al año” citó el productor Manuel.
EL GANADOR ES EL MONSTRUO DEL INGENIO
Otro productor de nombre Saúl se sumó para opinar que hace tres décadas el municipio de Tlaltetela casi todo el territorio estaba sembrado de caña, pero los productores al darse cuenta que los únicos ganadores son los dueños o socios del ingenio, optaron por cambiar al limón.
“Hay un problema que nadie quiere ver, ni los gobiernos, ni los dueños de ingenios, el campesino está chocado que le paguen barato el ingenio le paga a 56 pesos la tonelada que corten, y al productor de caña el ingenio le merman la producción a la hora de pesar el camión; el productor ya no aguanta tanto abuso y el cortador tampoco” sentenciaron.
Cada año, los liderazgos de la Confederación Nacional de Productores Rurales (CNPR) y la Confederación Nacional Campesina (CNC) – organizaciones apoderadas del ingenio Mahuixtlan – citan a una junta para informar a los productores de caña que gastaron hasta 2 millones de pesos para pagar el Seguro Social IMSS a los cortadores de caña que se arriesgan al quemar y cortar con machetes los sembradíos.
“Hablemos con la verdad, se oye feo pero lo más amolados son los cortadores de caña ¿Por qué? Porque son 8 horas al sol. No es lo mismo que el líder llega bien bañadito, aperfumadito a dar conferencias a Xalapa a los cortadores de caña, que ni un suero les traen para aguantar el sol” acusaron los productores.