¡YA MEDIO SIGLO!
Por Andrés Timoteo/NOTIVER
¿Cuántas cosas se pueden escribir en medio siglo?, ¿Qué tanto reportar? Todo y no alcanza el espacio para contar la vida de los jarochos con sus peripecias, alegrías, proezas, tristezas, esperanzas, llegadas y partidas.
Para fedatear la cosmogonía veracruzana son insuficientes los más de dieciocho mil ejemplares de papel que en dicho tiempo han circulado por la conurbación porteña y más allá.
Pero NOTIVER lo ha hecho y muy bien al grado que para los jarochos las páginas notiverianas son testimonio de su historia. La tinta y el papel en esta media centuria fueron bien gastados.
Bien empleados con el periodismo en todas sus expresiones que llevan impreso y que se complementa con el ingenio chispeante para cabecear y acomodar textos, viñetas y fotografías.
Este endémico estilo de hacer el periódico sembró semilla y marcó ruta.
La primera creció y fructificó al cuidado de sus fundadores, la familia Salces Ramírez, y la segunda se llenó con generaciones de reporteros, diseñadores, prensistas, fotógrafos, moneros, articulistas y demás gente que ayudó en el caminar.
En ese andar, los distribuidores, voceadores y vendedores son el extremo final de la cadena noticiosa.
Ellos pre-concluyen el circulo virtuoso y los lectores lo sellan. ¡He ahí la fórmula perfecta que ha funcionado durante 50 años!
Fórmula que hasta hace poco era solo en papel, pero ahora también es digital.
Es la web, el ciberespacio, un potro que hay que domar y en esa escaramuza estamos trepados todos, los hacedores del diario y los lectores.
NOTIVER es, pues, la suma de todos.
Una conjugación de utopías y libertades, de atrevimientos e irreverencias.
Una tribuna sin par y un abrevadero de quienes se dedican al oficio tan apasionante como arriesgado que es el periodismo.
Por eso, NOTIVER tras medio siglo se ha consolidado, sobre todo, como una escuela.
Sus escolapios y sus lectores han resistido rachas de olas bravas y vientos feroces, aunque han sido más los tiempos felices y las satisfacciones por hacer lo que sabemos.
Y hacerlo muy bien pues ahora, ya cincuentones, se tiene ganado el derecho de presumir y pavonearse por ese medio siglo de faena reporteril y de lectura cotidiana.
¡Qué no!
Entonces, ¿qué contar en este aniversario de NOTIVER, la noticia en el momento que sucede?
Todos en la familia notiveriana tienen ya una hazaña para alardear.
Y no hay que escatimar abrazos ni felicitaciones ni el postín de pertenecer a alguna de esas generaciones que escribieron, dibujaron, retrataron, diseñaron, imprimieron, vocearon, vendieron o leyeron NOTIVER.
Hay que gritar que somos los románticos de esta aventura periodística.
¡Felicidades a todos esos románticos cincuentones!
No importa si son adolescentes o mayores porque todos comparten esta cincuentena.
Felicidades a doña Rosario y don Alfonso, a sus hijos, al subdirector Raúl Olivares y a todos los utópicos convidados al sueño de escribir, crear y leer diariamente con libertad.
Ah y un recuerdo cariñoso para los notiverianos que desde el Cielo se asoman curiosos a ver la fiesta cumpleañera de los de aquí abajo.
Ellos hicieron lo suyo en su tiempo y nos dejaron la estafeta bien encaminada. ¡Salud también por ellos!
Cincuenta años no alcanzan para describir a NOTIVER, pero sí para recargar combustible e ir por los otros cincuenta.
¡Quién dijo miedo si para la noticia nacimos!
BAJO SU MANTO
Claro, NOTIVER no se puede reseñar sin La Guadalupana, la patrona 'non plus ultra', porque en este periódico podremos ser respondones, profanos y hasta ateos, pero nunca faltos de guadalupanismo.
Bajo su manto y en su día nació el diario.
Ella es notiveriana como los notiverianos somos guadalupanos.
Quien no lo crea que solo mire hacía atrás, a esos cincuenta años, pues zarandeados y muy matraqueados, pero aquí seguimos gracias a su cuidado.
Y en París cantaron los mariachis para festejar a Nuestra Señora de Guadalupe.
"Despierta, Madre, despierta,/ mira que ya amaneció".
Las Mañanitas abrieron la misa solemne presidida por el arcipreste de Notre-Dame, Olivier Ribadeu.
"A Notre-Dame de Guadalupe, ella la que sana y consuela, reina del pueblo mexicano y patrona de América Latina, y que une a unos y otros, hoy la celebramos alegremente en esta catedral que reabre sus puertas", dijo monseñor Ribadeu al recibir a los peregrinos guadalupanos de la Ciudad Luz.
Ellos le rezaron en francés, pero le cantaron en castellano.
El sermón fue también en español destacando a María como "pedagoga de la comunicación" de la palabra de Dios. En Notre-Dame de Paris se cantó Xochipitzahuatl, la Flor Menudita, como en náhuatl le llaman a Tonantzin María de Guadalupe.
Ribadeu remarcó los nexos históricos entre los santuarios de Guadalupe, de Lourdes en los pirineos franceses y Notre-Dame de Paris.
De todos los adoratorios marianos en el mundo, dijo, la Basílica de Guadalupe en México es el más grande.
Al final de la ceremonia, los asistentes, los mariachis, los vivas y los aplausos se trasladaron a la capilla de la aparecida en el Tepeyac, ubicada en el ala izquierda de la nave central, para rebozar la 'fête' -fiesta- guadalupana en París.
*Envoyé depuis Paris, France.