ARQUIDIÓCESIS DE XALAPA

Por Noemí Valdez
Reportera de NOTIVER

En Veracruz no se ha erradicado ni resuelto la violencia, corrupción e impunidad, señaló la Arquidiócesis de Xalapa en su comunicado dominical.

A pesar de que la Iglesia Católica dijo que se “ha hecho mucho” no se ha erradicado estos problemas; tampoco la desigualdad la pobreza y tantos otros nuevos problemas que lastiman y hieren a los mexicanos y ve-racruzanos.

En el documento, el vocero Juan Beristaín de los Santos dijo que más de 40 millones salieron a elegir a quienes nos gobernarán y tendrán la gran responsabilidad de llevar a los más pobres, excluidos, marginados y los que sufren todo tipo de injusticias y atropellos para que sean parte de un desarrollo integral y real.

Refirió que no ha llegado a su fin todo el proceso electoral que tuvo su culmen más luminoso este 2 de junio, pues falta que las autoridades electorales reconozcan oficialmente a los candidatos y candidatas que ganadores en estas elecciones 2024.

“Los felicitamos y oramos por todos ellos para que Dios le dé sabiduría y fuerza para continuar con los proyectos que miran por el bien de todos los mexicanos que conforman esta gran nación”.

Este tiempo postelectoral, subrayó, es una gran oportunidad para confiar los unos en los otros hasta lograr y vislumbrar caminos que hagan surgir proyectos de desarrollo integral sin exclusión de nadie.

Además, agregó que en este tiempo postelectoral es el momento para una profunda reflexión que nos recuerde los grandes ideales del bien común, la paz social, el estado de derecho y la verdad, para tener presente que éstos requieren y exigen la participación y compromiso de todos.

Además, dijo, es oportunidad para recordar que México nos necesita unidos y fuertes para cumplir con la vocación de personas libres y plenas con una vida digna en la verdad y en la caridad, pues hoy es el tiempo para todos los mexicanos y veracruzanos de estar unidos para caminar en la paz y la justicia.

Finalmente, agregó que lo esencial de la vida no radica en el hacer actividades y tareas sino en aprender a recibir los dones que Dios nos da y nos continuará ofreciendo cada día.