Por Rodrigo Barranco Déctor/NOTIVER
Los cuatro municipios que forman parte de la zona conurbada del Puerto de Veracruz están cundidos de mosquitos que tienen a raya a la población que no sabe qué hacer para evitarlos y así reducir las posibilidades de contraer dengue.
Apenas el lunes, el gobierno del estado informó que tienen reportados en hospitales y centros de salud estatales un total de mil casos y seis defunciones por ese virus.
Sin embargo, la cifra podría ser mayor, tan sólo en ciudades como Veracruz, a todas horas son visibles los llamados zancudos que amanecen pegados a las paredes, listos para atacar.
El mismo problema prevalece en Boca del Río, en Alvarado y en Medellín de Bravo, en donde el agua está encharcada en los vasos reguladores debido a las intensas lluvias que pegaron en este julio.
Una grabación de un vecino de la colonia Playa Linda muestra como la barda de su vivienda está repleta de insectos, y eso que apenas iba de salida a su trabajo a temprana hora.
Los colonos comentan que no pueden salir a pasear a sus perritos porque son picados de manera despiadada, y los que trabajan en la tarde o noche en las calles deben recurrir a viejas prácticas o costosas, para frenarlos.
Por ejemplo, en barrios populares la forma más común para poder soportar la temporada es con los espirales que echan humo, sin embargo, otros optan por una medida más barata que es la de prenderle fuego a un cono de huevo de cartón.
Otros optan por comprar repelentes, pero esto puede afectar los bolsillos de las personas pues un frasco anda en promedio de los 70 pesos, y sólo dura en promedio dos horas, y tienen que echarse de nuevo, por lo que para una familia es una medida económica difícil.
En casos extremos, las personas que viven cerca de los ríos en las áreas rurales aseguran que lo más efectivo es comprar una bolsita de shampoo y untárselo en el cuerpo, aunque admitieron que la consistencia es desagradable.