Por NOEMÍ VALDEZ
Reportera de NOTIVER

Con una evidente movilización de personas, comúnmente llamado “acarreo”, este lunes, Claudia Sheinbaum Pardo, arrancó su precampaña rumbo a la Presidencia de la República desde el municipio de Boca del Rio.

Los salones del Word Trace Center, lucieron abarrotados, mientras que en las calles aledañas cientos de autobuses que llegaron repletos de personas de todas partes, fueron estacionados; - esto antes se negaba por la 4T- ahora, nadie se inmutó.

En los baños, las filas eran interminables; y en las inmediaciones del recinto muchos optaban por sentarse en el piso con evidente cansancio.

Algunos de los presentes señalaban que salieron de sus destinos desde las 4 de la madrugada para poder llegar a tiempo. Otros exponían que su presencia obedecía a que fueron invitados por diputados locales o funcionarios que les “apoyaban” con la gorra, el transporte y la comida.

Unos más, decían que simplemente estaban ahí por gusto, ya que querían “conocer de lejos” a la que será la Primer Presidenta del País.

Los más temerosos, señalaban que son trabajadores de dependencias estatales o del Congreso Local de Veracruz, pero, que “los jefes nos pidieron echarles la mano y venir a apoyar ya que la chamba está en juego”.

Como en cada campaña política, cada seis años, la porra llega, aplaude, corea, anima; dan todo a voz de cuello; escuchan promesas, creen en varias y otras no.

Lo cierto, es que el método no cambia – los políticos en turno, buscan quedar bien con el candidato o candidata.

Le traen a la gente, les muestran el “músculo”, se sienten importantes al llenar recintos, estadios, muestran su poderío para congraciarse.

El calor sofocante agotó a los aplaudidores, quienes ya a las 2 de la tarde optaron por buscar donde guarecerse del sol.

Encontraron una sombra, sacaron su lonche, su morral guinda y platicaban que lo más importante es que “la señora, se fue recontenta, se le veía que le gustó mucho venir a vernos…”