* Desde botellas de plástico hasta huevos
Por Rodrigo Barranco Déctor/NOTIVER
Dos botellas de plástico, cuatro huevos y un plátano fueron los proyectiles que personas arrojaron en contra del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, a su llegada a la Casa de Benito Juárez, en el centro histórico de la ciudad de Veracruz.
De manera poco usual, las autoridades federales no cerraron calles en el perímetro de esa sede, ubicada en las esquinas de Zamora y Madero, sólo pusieron un cerco de vallas metálicas que tapaban un carril, y cerraron el paso vehicular.
Es por eso por lo que, cuando el mandatario nacional caminó afuera del recinto, los espectadores que estaban afuera del área resguardada arrojaron varios objetos en contra de López.
Hay que recordar que se trataba de la última gira como presidente de Obrador a Veracruz, es por eso por lo que, la intención del presidente era saludar y agradecer a los asistentes que esperaron horas bajo el sol con más de 40 grados.
Sin embargo, también estaban manifestantes que apoyaban a los trabajadores del poder Judicial de la Federación y es en la zona donde estaban ellos donde salieron los proyectiles.
Primero arrojaron una botella de suero que logró detener el gobernador, Cuitláhuac García Jiménez, que flanqueaba a Andrés Manuel, que al ver esto se le vio confundido y detuvo su paso sobre Madero.
En esos segundos llovieron los huevazos, uno le pasó por arriba de su cabeza al mandatario, otro le pegó a un mando naval que estaba con su traje de gala, otro más en los pies de otro elemento de la Marina y otro pegó en el suelo.
Lo más curioso es que, lo último que lanzaron ahí fue una fruta amarilla semejante a un plátano que quedó a pocos centímetros del gobernador de Veracruz.
En ese momento que guardias vestidos de civil se colocaron alrededor de toda la valla y le indicaron al presidente que debía de seguir su marcha caminando.
En ese momento, avanzó sobre Zamora y volvieron a arrojar una botella de agua que cayó lejos del presidente que ignoraba todo esto y alzaba las manos en señal de agradecimiento.
Tras este bochornoso episodio, por fin, la avanzada de AMLO le indicó la puerta de entrada e ingresó al edificio que sirvió como casa de Benito Juárez, cuando fue presidente de México con sede en Veracruz, durante las Leyes de Reforma.