* Acusan que Granjas Carroll promueve la importación y lo utilizan para alimentar criaderos de cerdos y pollos
* Cuestionan que la represión a campesinos fue para favorecer a trasnacionales de EU y China
Por Manuel Hernández
Reportero de NOTIVER
El conflicto que persiste entre campesinos de Totalco y las Granjas Carroll, criadora de cerdos, dio otro enfoque este sábado cuando se advierte un problema latente de salud ya que este tipo de empresas, son las que promueven la importación del maíz transgénico y con ello alimentan sus animales.
Grupos de resistencia civil difundieron este sábado un artículo publicado por el periódico La Jornada acreditado a Silvia Ribeiro, investigadora del tema desde hace varios años, se cuestiona que la represión en contra de los campesinos en Totalco, en Perote, fue para favorecer a firmas transnacionales:
"Propiedad de Smithfield, la mayor productora industrial de cerdos en Estados Unidos, a su vez subsidiaria de WH Group de China, la mayor trasnacional porcícola global. Quien ordenó la brutal represión contra los campesinos lo hizo para defender esos intereses".
Señalan además que empresas como Granjas Carroll, son una pieza clave en la demanda de Estados Unidos contra México para importar el maíz transgénico:
"Granjas Carroll, junto a otras grandes empresas transnacionales y nacionales de producción a gran escala de cerdos, pollos y reses, junto a las de producción de comida chatarra en México, son quienes importan el maíz transgénico".
"Esas industrias están ligadas a las principales causas de muerte en México, sea por contaminación directa de agua, aire o tierra o por vender productos cuyo consumo se asocia a sufrir diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y renales. Además, los criaderos industriales generan enfermedades infecciosas por creación de nuevos virus, como la gripe porcina que se originó en Granjas Carroll y se transformó en pandemia".
"Las empresas compran maíz transgénico porque les sale más barato para usar como forraje. También, porque a menudo son las mismas empresas o tienen acuerdos de colaboración entre ellas: las que venden el maíz transgénico, las que hacen contratos con los agricultores industriales de Estados Unidos, las que lo almacenan y las que lo importan a México para dar a sus cerdos y pollos industriales, además de lo que ya se había anunciado de la contaminación del agua".
La alimentación de cerdos con maíz transgénico también dejaría inhabilitado el supuesto de que los campesinos con su bloqueo pararon la Planta de Alimentos y con ello no podían dar de comer a los animales.