EL ”ARTISTA MISTERIOSO”
* Su familia colocó una ofrenda en el callejón J.J. Herrera en recuerdo del “artista misterioso”
Por Rodrigo Barranco Déctor/NOTIVER
En los últimos años aparecieron en el centro histórico de la ciudad de Veracruz rostros dibujados en las fachadas carcomidas por el salitre en va-rios edificios, su autor era Pepe Barranca, un veracruzano que durante años estuvo avecindado en la Ciudad de México.
El ingeniero como le llamaban sus conocidos pasaba su etapa adulta dibujando a personas que acudían a un pequeño bar de la capital, pero regresó a su querido Puerto.
Desde entonces, plasmó su arte en varias calles del centro, hasta que fue descubierto por reporteros que le entrevistaron y dieron a conocer al misterioso artista que estuvo embelleciendo el diario de los jarochos.
Su hijo, José Lemuel Barranca González informó que ayer junto con otros amigos y seres queridos acudieron a dejar una ofrenda al callejón JJ Herrera, a pocos metros del zócalo.
Y es que, ese lugar se había convertido en toda una galería para Pepe, sus dibujos lucían en varios metros de las construcciones abandonadas, siempre intactos, respetados por los ciudadanos.
“El día de hoy dejó de existir físicamente, Pepe Barranca; quien vivió la vida muy a su manera y fue feliz con ello. Se fue El Tío Pepe, El inge, el fotógrafo de las reuniones y momentos especiales, El abuelo Pepe, el artista misterioso, asiduo al Café de la Parroquia, los Portales y lugares bohemios; se fue para mí: Papá y Amigo”, escribió José.
Y redactó ayer domingo que: “Desde algunos años el Callejón J.J. Herrera, justo en la esquina con la calle Manuel Gutiérrez Zamora, donde estaba el célebre restaurante Pizza Palace, empezó a ser adornado por mi padre Pepe Barranca.
“Mis hermanos: José Eduardo y Cristina; la familia Barranca (a quienes no podré nombrar completamente por ser grande en número, así como en calidad humana) y yo; tratamos de hacer un pequeño homenaje a quien se adelantó en este camino, para lo cual colocamos algunas fotos suyas y un autorretrato muy peculiar para que descansen juntos en el muro que fue por mucho tiempo motivo de la pasión artística de mi padre”.
El joven espera que ese lugar y otras bardas del Puerto sigan siendo lienzo y escenario de otros pintores, otros artistas y otras personas enamoradas de la belleza de la vida, para que la memoria de Pepe Barranca siga presente por mucho tiempo.
