* “Creí que no iba a regresar”
Por Noemí Valdez
Reportera de NOTIVER
Elizabeth Morales García fue miembro del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ha sido diputada Federal, alcaldesa, funcionaria del Gobierno Federal y recientemente fue la sorpresa de la política al llegar al curul local por el Partido del Trabajo (PT).
Su llegada al espacio, no fue fácil pues fue impugnada y al final logró rendir protesta. Al respecto señala que su lucha no es de ahora, que está acostumbrada a que la descalifiquen pues anteriormente le ha pasado cuando abiertamente se declaró mujer integrante de la comunidad LGBTTTIQ+.
¿Fue difícil?...
Fue un camino largo, tortuoso, lleno también de violencia política, recorrí dos veces toda la cadena impugnativa que no es otra cosa más que todas las instancias legales que existen para que un tema se resuelva en materia electoral.
Es un asunto que ha quedado legitimado totalmente, pero lo más importante es que es un tema de género que lo que estábamos peleando.
Si lo podemos decir, es nuestros derechos.
Los derechos de las mujeres para llegar al CONGRESO.
¿Se dijo que había padrinos que te dieron el espacio, existen?
Eso es discriminación, decir que las mujeres no valemos lo suficiente, que no hemos hecho el trabajo correcto, que no tenemos trayectoria, que necesitamos de un hombre para que nos dé una posición y que podamos tener una representación para trabajar por las demás mujeres.
En mi caso tenemos trabajo, dedicación, trayectoria y ayuda a la gente.
Usted fue una de las caras de aquella generación del PRI, ¿cómo quitarse el sello, el estigma, el pasado?
Yo creo que es rectificar.
Tiene mucho que me salí del PRI, me salí de la política, de hecho, dejé de participar políticamente y creí que no iba a regresar.
Me sentí muy lastimada, en un momento en que no había leyes que nos defendieran a las mujeres en mi caso como mujer de la comunidad, de la diversidad.
El tiempo cambió mi vida, también cambió, me casé públicamente, todos estos cambios me hicieron ver que podía yo regresar a la Política, pero no iba regresar con el partido que me había violentado, y entonces recibí la invitación del Partido del Trabajo, de su presidente nacional y me invitó a sumarme al trabajo del partido.
A conocerlo desde su interior.
Tengo ya casi dos años.
Me siento muy bien recibida y haré mi mejor esfuerzo.