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¡NAVIDAD, FIESTA DE LA ESPERANZA! - MENSAJE NAVIDEÑO

El Obispo de la Diócesis de Veracruz, Carlos Briseño Arch, emitió este jueves el mensaje navideño 2024 en donde dijo que la oración es el alimento de la Esperanza, a pesar de que existan oscuridades que desalientan, como la pobreza, el sufrimiento...

¡NAVIDAD, FIESTA DE LA ESPERANZA! - MENSAJE NAVIDEÑO

* Aunque hay muchas oscuridades que desalientan la esperanza: violencia, pobreza, sufrimiento, abandono, marginación, rechazo, polarización e incomprensión dice el Obispo de Veracruz

Por Manuel Hernández
Reportero de NOTIVER

El Obispo de la Diócesis de Veracruz, Carlos Briseño Arch, emitió este jueves el mensaje navideño 2024 en donde dijo que la oración es el alimento de la Esperanza, a pesar de que existan oscuridades que desalientan, como la pobreza, el sufrimiento, el abandono, la marginación, el rechazo, la polarización e incomprensión, dijo.

"Queridos hermanos y hermanas. La Navidad es la fiesta de la esperanza. Esta esperanza nos viene del anuncio gozoso que recibieron los pastores, que en aquella noche santa que velaban por turnos cuidando los rebaños:

"Les anuncio una gran alegría: hoy, les  ha nacido el Salvador del mundo" (Cf. Lc 2, 11).
A nosotros también se nos ilumina con esa buena noticia.
Es verdad que hay muchas oscuridades que desalientan la esperanza: violencia, pobreza, sufrimiento, abandono, marginación, rechazo, polarización e incomprensión.
Y es consecuencia de nuestras imperfecciones.
Por eso nos dejamos llevar por placeres efímeros y los gustos volátiles, que no llenan las aspiraciones de nuestras vidas.
En lugar de dejarnos iluminar por Dios, que viene como Luz del mundo, y nos invita a asumir el camino de la perfección y de la santidad, preferimos escaparnos buscando falsos consuelos, desenfrenos, consumismo, compensaciones, y todo aquello que enajena y nos hace perder la libertad y la capacidad de amar y ser amados. Por falsas alegrías, el hombre pierde la auténtica felicidad y plenitud de la que solo Dios nos colma.
La presencia de Jesús en el mundo nos trae a todos la oportunidad de ser nuevos en todo.
Hace nuevo nuestro amor a Dios y al prójimo, nos renueva en el amor sano y equilibrio a uno mismo.
Nos enseña a ser verdaderamente hombres con la idea y plan original de Dios, en la imagen del Verbo Eterno encarnado por Cristo, podemos comprender el sentido de la historia con una nueva mirada, con la de Dios, que muchas veces escribe derecho en renglones torcidos, una historia que es de salvación.
La oración es el alimento de la esperanza, dice el Papa Francisco. Nosotros hemos de acudir con la oración a releer los acontecimientos con la misma mirada de Dios.
Viendo nuestra vida, no como una fotografía, estancados sólo en lo negativo, sino como una película, reconociendo el pasado con gratitud y mirando el futuro como una ocasión para construir algo bueno.
Viendo los problemas y dificultades como una oportunidad para crecer y sacar lo mejor de nosotros mismos.
Tener esperanza no es ser ingenuo.
Con una mirada esperanzada, y no pesimista ni idealista, podemos experimentar, con el corazón renovado, con alegría y gozo nuestra historia.