Por Noemí Valdez
Reportera de NOTIVER
La Encuesta de Percepción sobre Corrupción en Entes Gubernamentales realizada en las propias dependencias revela que existen diversas razones que hacen que las denuncias por hechos de corrupción no se presenten, pues en la mayoría de los casos no prosperan.
Los trabajadores, expusieron que hasta ahora, existen bajas probabilidades de ser investigado y sancionado por un acto de corrupción.
No se castiga con la ley a los culpables, por lo tanto, hay impunidad. Detectan también que existen represalias por denunciar la corrupción.
Otros impedimentos son la burocratización excesiva y sistémica de los trámites y servicios, así como la falta de independencia de las instituciones que deberían funcionar como contrapeso del poder del estado.
Se detectó también la falta de involucramiento de la ciudadanía en los asuntos públicos y que en general las reglas informales son más eficaces que las leyes (mordida, moche, palanca)
Se evidenció una Debilidad de los órganos encargados de combatir la corrupción (órganos de control interno y fiscalías) Así como falta de cultura de integridad tanto en funcionarios como en ciudadanos.
También se considera que existe un contexto adverso a la garantía de los derechos humanos (libertad de expresión, derecho a la información y participación ciudadana) y se advierte falta un sistema eficiente de denuncia, investigación, persecución y sanción de hechos de corrupción.
Debilidad, discrecionalidad y captura de las instituciones y un sistema de botín en la administración pública.
Los encuestados señalaron la falta de políticas que reduzcan los incentivos a la corrupción (sistemas efectivos de denuncia y recuperación de activos).
La ciudadanía no relaciona cómo un acto de corrupción le afecta directamente.
Ausencia de una fiscalía autónoma; Supeditación del poder político a intereses fácticos, Ausencia de un sistema de controles y fiscalización acordes al federalismo fiscal existente También se detecta la facilidad de cometer un acto de corrupción.
