* La figura en su honor data del 2015

* Llevó su interpretación de sones jarochos a los mejores escenarios del mundo

Por MANUEL HERNÁNDEZ
Reportero de NOTIVER


Fue una falsa alarma, en algunos medios de comunicación se publicó el robo del monumento en honor a La Negra Graciana, ubicado en el Callejón de Trigueros, cerca del primer cuadro de la ciudad.

La preciada escultura se encuentra en poder de la municipalidad, luego de que fue retirada para darle mantenimiento.

Se trató de un "teléfono descompuesto", alguien dijo que se la había llevado un franelero y se fue corriendo la voz.

No obstante lo ocurrido nos hizo recordar quién fue esa gran mujer.

Graciana Silva García, nació en Puente Izcoalco, Medellín, el 18 de diciembre de 1939 y falleció el 29 de julio de 2013.

Fue artísticamente conocida como La Negra Graciana, una cantante y arpista mexicana intérprete de sones jarochos.

Proveniente de una familia de músicos, desde muy pequeña Graciana tuvo contacto con la música veracruzana. Su padre era jaranero, su madre cantaba e improvisaba versos, su hermano Pino Silva toca la jarana y el violín, formó parte de su grupo de músicos y algunos de sus tíos también fueron arpistas.

Aprendió a tocar el arpa a la edad de 10 años, cuando su padre a cambio de un lechón, le pidió a un arpista ciego llamado Rodrigo Rodríguez que le enseñara a tocar el arpa a su hijo Pino Silva, hermano de Graciana.

Ella, mientras Pino escuchaba las lecciones, tomaba una silla y aprendía las posiciones de los dedos.

Furtivamente, tomaba el arpa y repetía las lecciones de su hermano, de manera tan virtuosa que Rodríguez dijo: "Quien va a aprender es la chiquilla, el niño no",

"Cuando el cieguito empezó a afinar el arpa, sentí como si me diera un salto el corazón. Fue entonces que me dije: yo voy a tocar el arpa", afirmó Graciana años después.

Estuvo casada en dos ocasiones y tuvo ocho hijos.

En el año de 2015 por parte del gobierno municipal y estatal de ese entonces, se develó una escultura de la Negra Graciana en el callejón Trigueros esquina calle Aquiles Serdán de la colonia centro de la ciudad de Veracruz, misma que ahora recibe mantenimiento.

Los álbumes grabados a lo largo de su carrera le valieron a Graciana y a su trío ser invitados a tocar en prestigiosos teatros de Europa y América como el Royal Festival Hall y el Barbican de Londres, el Harbour Centre de Toronto y el Theatre de la Ville de París.

En este último se grabó su segundo álbum La Negra Graciana: En vivo desde el Theatre de la Ville, París, lanzado en 1999, participó también en The México-Festival in Berlin.

El repertorio musical de Graciana fue extenso; ejecutó piezas de gran tradición y antigüedad, como El Colás, La Bruja, El Siquisirí, La Bamba, El Torito, La Candela, La Guacamaya, El Cascabel, El Conejo y La Indita, entre cientos más.

En sus actuaciones, Graciana aparecía con un típico ensamble de son jarocho. Además de su arpa jarocha, dos jaranas, un requinto y una guitarra de cuatro cuerdas.

Los sones de México siempre se han asociado con ciertas tradiciones de danza, por lo que los conciertos de Graciana incluían bailarines siempre que era posible, que contribuían a los ritmos con sus zapateos, estos últimos ejecutados por su hija menor, Guadalupe Córdoba, quien formó parte del ballet folklórico de la Universidad Veracruzana.

Graciana definía su estilo de tocar el arpa como "a la antigüita".