* Ofician misa solemne en la Catedral de Veracruz
Por VÍCTOR PINEDA/NOTIVER
Foto Joel Soriano
Este lunes en la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de la ciudad de Veracruz, el obispo de Veracruz, Carlos Briseño Arch, ofició una misa solemne para la ordenación de dos sacerdotes.
En la ceremonia religiosa se ordenaron los diáconos Jesús Vázquez Lagunes y Antonio Alvarado Beristáin.
Durante la homilía, el obispo Carlos Briseño Arch dejó en claro a Jesús Vázquez Lagunes y Antonio Alvarado Beristáin, que ser diáconos es un servicio silencioso, donde lo visible depende de lo que nadie aplaude.
“Hoy lo que se consagra es lo que ya está vivo en cada uno de ustedes, por eso hemos rezado, el Señor es mi pastor y nada me falta, es una confesión profunda de quien ha aprendido a caminar tras el maestro, y ha ido descubriendo que el pastor está cerca, no es fuerte por sí mismo sino porque conoce la voz del pastor”, fue parte del mensaje que dio.
Además de recordarles que el diaconado se alcanza luego de haber concluido sus estudios en el seminario, realizado servicio en diferentes lugares y contar con la aprobación de los formadores.
El diaconado entra dentro del orden de los presbíteros que son el diácono, el sacerdote y el obispo, sin embargo, es una etapa transitoria.
Esta puede ser de 6 meses o un año, dependiendo del obispo, quien tiene que dar su “visto bueno”, para luego estos diáconos recibirse y ser ordenados propiamente como sacerdotes.
Acompañaron esta significativa ceremonia el rector del seminario, Pbro. Fermín Estillado Moreno; el liturgista Pbro. Julio Carbajal Troncoso; el secretario canciller, P. Arturo Díaz; y el vicario general, Pbro. Aurelio Mujica Limón.
También estuvieron presentes, feligreses, y sacerdotes de otras parroquias pertenecientes a la Diócesis de Veracruz.
