Por Noemí Valdez
Reportera de Notiver
El reconocido biólogo José Aristeo Sarukhán Kermez impartió la conferencia “La responsabilidad de las universidades para enfrentar con la sociedad los retos de la crisis ambiental”, en la que hizo un llamado a la transformación de las instituciones de educación superior (IES) en la lucha contra el colapso ambiental global.
En este encuentro, habló sobre la crisis del agua, la cual abordó con datos impactantes. Sarukhán Kermez mencionó que el planeta contiene más de mil 386 millones de kilómetros cúbicos de agua, de los cuales menos del 1 % es potable y accesible.
Además, gran parte del consumo se da de forma indirecta, como en la producción de alimentos y bienes; por ejemplo, una camisa puede requerir más de mil 200 litros de agua para su elaboración, y para la producción de un kilo de carne de res se destinan hasta 18 mil litros.
El Doctor Honoris Causa por trece universidades nacionales y extranjeras, subrayó la importancia de las cuencas hidrográficas y sus cabeceras, las cuales actúan como sistemas de captación y filtración natural.
La pérdida de estos ecosistemas, por deforestación u urbanización, rompe el ciclo del agua y contribuye a la escasez.
Comúnmente los ciclones y huracanes son vistos como desastres, pero pueden ser una fuente natural de recarga de agua para el país, siempre y cuando el entorno natural esté en condiciones de retenerla, planteó.
Con respecto a la crisis ambiental, dijo que es el resultado de las decisiones que ha tomado la especie humana, así que para asegurar un futuro viable deben considerarse tres ejes fundamentales: agua, biodiversidad y clima; esto de acuerdo al documento Un ABC por México, en el cual participó junto con otros expertos en el tema y que fue diseñado para informar sobre el acceso a aire limpio, agua potable y ecosistemas sanos, condición básica de bienestar.
Es provocada por tres motores principales: el crecimiento poblacional, la demanda desigual de bienes y servicios, y el tipo de tecnologías empleadas para satisfacer esas necesidades.
Esta combinación ha generado desigualdades profundas entre las personas y puesto en jaque la estabilidad ecológica del planeta, subrayó.
A pesar de la magnitud del problema ambiental, destacó todas las universidades en el mundo, incluidas las más prestigiosas, aún tienen el reto de formar ciudadanos informados y comprometidos con su entorno.