Por Manuel Hernández
Reportero de NOTIVER

A estas alturas de la crisis nacional, hasta poner un altar de muertos este dos de noviembre significa un desfalco al bolsillo de los veracruzanos.

Y es que para muestra lo que se ha vivido en las últimas horas, cuando se trata de preservar la tradición en los hogares.

Un altar sencillo al interior de la casa debe cumplir con ciertos requisitos indispensables.

Hay que considerar, de entrada, el papel picado, veladoras, frutas, flores, manteles, golosinas, la mandada a enmarcar e impresión de los retratos y otras cosas.

De entrada, el papel picado ya existe el plastificado y no como antes que se hacía con "papel de China".

En estas fechas se vende en expendios y mercados, por lo que se tiene que considerar la cantidad de las piezas a comprar y poder cubrir la totalidad.

Cada pedacito tiene un costo y no llegan ni a los 40 centímetros cuadrados.

Están también las veladoras, el incienso; están caras, incluso las que se venden en promoción en los mercados de 3 piezas por 70 pesos, en los supermercados cuestan más todavía.

Se requieren al menos unas seis veladoras.

El incienso también tiene su valor.

En cuanto a las flores, se utiliza la de "moco de pavo" y la de cempasúchil, algunas plastificadas y otras naturales.

Se están utilizando las de plástico, que duran más y podría ser lo más costoso, ya que un ramo de estas flores que son de color anaranjado cuesta alrededor de 200 pesos.

La fruta que se utiliza son las mandarinas y cañas, también depende la cantidad que se compre, por lo que un altar convencional viene resultando mínimo en unos 700 pesos en cifras redondas.