* Nadie mete la mano por limpiar
* Se ahuyenta así a los turistas

Por Rodrigo Barranco Déctor/NOTIVER

Alvarado, Ver. Palos, cocos secos, piedras, troncos, palmas, son algunas de las cosas que tienen inundadas las playas de la localidad de Antón Lizardo, en la ciudad de Alvarado, una de las de mayor atractivo turístico en la región.

Desde que pasó la temporada de lluvias la palizada llega todos los días y se ha acumulado de manera grave en ese sector que desalienta al turismo que acude en búsqueda de una costa más tranquila, a pocos minutos del bullicio de la ciudad.

El panorama es desolador, sobre todo porque no se ve a ninguna autoridad, ni municipal o federal, tener interés por llevar maquinaria y sacar todo el escombro que hay.

Hay que recordar que en Boca del Río pasó algo similar, sus playas se llenaron varias veces de palizada, sin embargo, ahí el ayuntamiento lo combatió varios días con trascabos, camiones de volteo y decenas de trabajadores.

Es por eso por lo que, una vez que pasaron las lluvias las playas lucen limpias, sin ninguno tipo de desecho aunado a que todos los días trabajan las cuadrillas en mantenerlas así.

En el caso de Antón Lizardo, el desinterés no sólo es del ayuntamiento, también de los mismos pobladores, prestadores de servicios y palaperos, que poco o nada hacen por limpiar.

Por ejemplo, muchos escombraron frente a sus palapas, pero no quitan ni un palo de los que están pegados al mar, por lo que es imposible para los bañistas meterse a nadar.