* En el ayuntamiento de Medellín de Bravo
Por Rodrigo Barranco Déctor/NOTIVER
Medellín de Bravo, Ver. Un grupo de mujeres activistas de la ciudad de Medellín de Bravo intentaron ingresar a la sesión de cabildo para protestar por la destitución del director de la Policía Municipal y por no cumplir la suspensión de la directora, Blanca Uscanga.
Una de las manifestantes, Martha Villegas, explicó que la movilización no es en apoyo del mando policial, lo que desean es que exista en el municipio un cuerpo policiaco equipado que frene la ola de asaltos que hay en la zona de fraccionamientos.
Además, constataron que ayer estaba laborando Uscanga que sirve como secretaria del alcalde, Marcos Isleño Andrade, cuando debería de estar en su casa porque está castigada luego de una supuesta agresión en contra de su compañero.
Hay que recordar que el conflicto inició cuando ciudadanos de La Esperanza denunciaron una agresión a una mujer luego de un asalto, sin embargo, al llamar a la policía municipal los efectivos no llegaron a prestar el auxilio.
Tras estos hechos, los colonos denunciaron al director de gobernación Fernando Vázquez Díaz, que además sirve como director de los policías, de no haber hecho nada ni de avisar a los uniformados.
Luego, la situación escaló cuando los elementos policiales denunciaron que no contaban con el equipo necesario ni armas, además, de que a principios de este 2024, algunos elementos recibieron una tunda por pandilleros en El Tejar.
Esto presuntamente enfureció a Blanca Estela Uscanga Hernández que dentro del palacio municipal y ante la ausencia del alcalde que andaba en campañas con licencia, propinó una cachetiza al director de la policía de apellido Zamorano.
El enojo de la funcionaria es porque ella era la encargada directa de comprar los uniformes a los elementos, compras que no hizo lo que provocó la denuncias.
Ayer, el cabildo iba a votar la destitución del mando, por lo que vecinas de Medellín fueron para atestiguar el asunto y para pedir a Marcos Isleño una mejor cooperación policial.
Sin embargo, acusan que no les permitieron entrar a la sala, pero el colmo es que alcanzaron a ver que estaba trabajando en presidencia Uscanga, cuando se supone que debía estar dada de baja temporal debido a que el comandante la denunció por los golpes que presume le dio en el ayuntamiento.