SUFRIÓ UNA TROMBOSIS CARDÍACA CUANDO MANEJABA SU AUTOMÓVIL
*Al quedar inconsciente al volante el vehículo circuló sin control y cayó en picada al canal de aguas negras
Por FEDERICO GARCIA
Reportero de NOTIVER
El sacerdote Felipe de Jesús Enríquez Castillejos no murió ahogado, según ha revelado la necropsia que practicó un perito médico forense de la FGE, la causa de muerte fue trombosis cardiaca.
Además, el perito médico forense de la FGE calculó que el presbítero murió a las 04:00 horas del miércoles, cuando en el municipio de Veracruz caía una lluvia torrencial.
Con esos datos, las autoridades ministeriales han establecido que el sacerdote iba manejando su vehículo Volkswagen Jetta por esa avenida de Río Medio IV y, al sufrir la trombosis cardiaca, habría perdido el conocimiento.
El automóvil circuló sin control y cayó en picada al canal de aguas negras, cerca de las 04:00 horas, quedando hundido en el afluente y fue hasta cerca de las 08:00 horas cuando transeúntes detectaron un auto sumergido en ese lugar.
Inicialmente se creyó que el sacerdote Enríquez Castillejos, de 69 años, había muerto ahogado al caer a bordo del vehículo al canal de aguas negras, pero en la necropsia se estableció científicamente que falleció por causa de trombosis cardiaca.
La fiscalía 12 continúa con la integración de la Carpeta de Investigación con número 3034/2024, el protocolo de la necropsia confirma que se ha tratado de una muerte patológica.
El jueves se realizó el funeral del sacerdote de la Diócesis de Veracruz, por cierto, presbítero muy querido por la feligresía católica por un don de gente.
Fue el obispo Carlos Briseño Arch quien ofició la misa exequial en parroquia San Carlos Borromeo, en Úrsulo Galván, donde la víctima era párroco titular, a la que asistieron cientos de fieles católicos.