* Morenistas no van a los debates
* Se acaban este viernes; muchos fueron cancelados

De la corresponsalía de NOTIVER

XALAPA, Ver.- Este viernes, concluye la última ronda de debates a diputados locales organizados por el Organismo Público Local Electoral (OPLE) y hasta ahora, ningún candidato de Morena se ha presentado.

Esta ausencia ha llamado la atención entre analistas del proceso electoral, quienes opinan que los candidatos de Morena parecen tener miedo a la ciudadanía o simplemente no quieren atender los reclamos que saben que van a recibir.

Durante los últimos cinco años del gobierno de Cuitláhuac García, Morena ha mantenido una amplia mayoría en el Congreso local.

Sin embargo, en lugar de aprovechar esta posición para lograr avances significativos, el Congreso se ha visto empañado por abusos, desaciertos y violaciones al proceso legislativo.

Esta falta de resultados, sumada a la complacencia ante los desatinos del gobernador Cuitláhuac García, ha dejado a la población decepcionada y molesta.

Por lo anterior, la candidata a la gubernatura, Rocío Nahle, enfrenta una situación delicada, pues nivel local, sus candidatos no están realizando campañas activas, lo que sugiere una falta de respaldo efectivo o de “brazos caídos”.

Esta ausencia de presencia y actividad electoral está afectando la confianza en su candidatura y permitiendo que la oposición gane terreno y apoyo ciudadano.

Además de ignorar los debates oficiales, los candidatos de Morena han evitado sistemáticamente las invitaciones a encuentros convocados por la sociedad civil, cámaras empresariales y medios de comunicación.

Esta actitud de evasión ha sido percibida como un desdén hacia los ciudadanos que buscan conocer y cuestionar a sus futuros representantes.

Es sorprendente que Morena confíe en repetir los éxitos electorales de 2018 sin esfuerzo alguno, la dinámica política actual demanda mayor involucramiento y compromiso por parte de los candidatos.

La estrategia de evitar la campaña activa podría resultar costosa, subestimando la necesidad de conectar y convencer a un electorado cada vez más exigente, concluyeron analistas y observadores del proceso electoral.