Por Rodrigo Barranco Déctor/NOTIVER
Sin cascos, con las botas rotas, sin gasolina para mover las patrullas y sin armas de fuego, así trabajan los más de 20 elementos de la Policía Municipal de Medellín de Bravo.
Además, usan como sepamos una edificación que no cumple con los requerimientos de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, al estar a la vista de los vecinos del Fraccionamiento Arboleda San Ramón.
En esa misma colonia, a sólo un par de cuadras, hay una prisión preventiva para mujeres y otra para hombres con todos los requisitos que fue construida en la administración del entonces alcalde, Polo Deschamps.
Sin embargo, ese lugar que está en el Centro de Emergencias del ayuntamiento está en manos de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, que no trabajan en coordinación con los Municipales.
Otra de las carencias que sufren los efectivos es que no tienen armas de fuego, mucho menos equipo de protección, es por eso que, en enero, varios jóvenes descalabraron a los uniformados cuando fueron a un auxilio a El Tejar.
Por si fuera poco, los Policías andan con sus botas rotas y sus uniformes parchados y no ven para cuándo les entreguen nuevo.
El Ayuntamiento de Medellín de Bravo ni siquiera atiende las peticiones de mejorar las instalaciones de los separos que tienen lámparas inadecuadas que podrían usarlas los internos para lastimarse entre ellos.