Por LEOPOLDO TLAXALO
Reportero de NOTIVER 

Desde que sus hijos desaparecieron en circunstancias extrañas que las autoridades del Estado de Veracruz no han querido aclarar, las madres de esas personas desaparecidas no tienen nada que celebrar en Navidad, Año Nuevo ni en el día de las madres, pues la ausencia de sus hijos en casa es una pérdida de la que una madre nunca puede reponerse pues un hijo nunca se olvida.


Para recordarle a las autoridades estatales y federales que tienen una deuda pendiente con ellas pues no han aclarado el motivo de la desaparición de sus hijos ni han movido un dedo para que aparezcan y regresen sanos y salvos con sus familias, desde hace cerca de 10 años recuerdan a sus familiares de esta manera en Navidad.

Ante la indiferencia del gobernador Cuitláhuac García Jiménez y la fiscal Verónica Hernández Giádans, las madres y padres de personas desaparecidas que pertenecen al colectivo Solecito Veracruz realizan cada año en vísperas de Nochebuena la colocación del árbol del dolor en el zócalo de Veracruz, el cual contiene en las esferas las fotografías de sus hijos a los que tienen semanas, meses y años buscándolos sin perder la esperanza de encontrarlos.

La Navidad dejó de ser una alegre conmemoración para estas madres de familia, quienes con tristeza ven como pasan los días y no hay pistas que las ayuden a encontrarlos.

Como cada 24 de diciembre, en el zócalo de Veracruz se realizó un acto protocolario en el que las madres de desaparecidos llevaron a cabo el pase de lista de sus seres queridos que están ausentes.

Después del pase de lista, hicieron una oración en el que le dicen a sus familiares que seguirán luchando hasta encontrarlos.

Le pidieron a Dios les dé la dicha de encontrarlos pues a pesar del tiempo transcurrido la esperanza es lo último que muere.

Frente al árbol del dolor y ante la presencia de un nutrido grupo de damas que recordaban con tristeza a sus hijos desaparecidos, los niños que forman parte de esas familias recibieron una bolsita de dulces para que, a pesar del dolor que sufren por no tener cerca a su padre, tío, abuelo, les sea menos amargo el duro trance.

En cifras proporcionadas por las integrantes del colectivo Solecito Veracruz, aseguran que en las fosas clandestinas en Veracruz y Alvarado han recuperado más de 650 cuerpos de sus familiares, de los cuales el 10 por ciento ya fue identificado y entregado a sus familiares.