Por Rodrigo Barranco Déctor/NOTIVER
Foto Joel Soriano
La última visita como presidente de la república, de Andrés Manuel López Obrador a la ciudad de Veracruz terminó en tumultos, caídas, broncas, porras de alegría y también gritos de repudio contra su mandato.
La guerra entre morenistas y opositores quedó concentrada en la esquina de Madero y Gutiérrez Zamora, a donde el mandatario nacional arribó para inaugurar la reconstrucción de la Casa de Benito Juárez, lugar que servirá como una Casa de la Cultura para la población del Puerto.
Sin embargo, el aparato de seguridad de la presidencia y el mismo gobierno estatal confió en demasía en la popularidad de López Obrador, olvidando los protocolos, por lo que no colocó vallas para cerrar esas calles al peatón.
En el lugar, en donde imperaban unos 42 grados centígrados, lo menos que se respiraba era paz y armonía, al contrario, grupos opositores, al parecer, trabajadores del Poder Judicial de la Federación, y simpatizantes de la Cuarta Transformación tenían horas encarándose, insultándose y a los gritos.
Pese a esto, en los alrededores no había ni un uniformado resguardando. Había un cerco de Navales en los alrededores, pero en el mero punto sólo la avanzada presidencial cuidaba el pasillo, por el que ingresaría López.
Cerca de las 12:20 de la tarde arribó en un convoy el presidente sobre la avenida Mario Molina, doblando en Madero, en donde un tumulto lo esperaba para tratar de acercarse a él y darle regalos como despedida.
Luego, la unidad ingresó al carril con vallas, López Obrador bajó y caminó saludando a sus simpatizantes que coreaban: “¡Es un honor, estar con Obrador!”.
Sin embargo, el asunto se complicó cuando llegó a la esquina de Zamora, en donde estaba el grueso del contingente de supuestos trabajadores del Poder Judicial de la Federación que, iniciaron a repudiarlo.
Los inconformes resonaban: “¡Dictador!”, “¡Dictador!”, que quedaron grabados en videos que en segundos eran virales en redes sociales, y que se llevaron toda la atención de los usuarios.
En los tumultos hubo personas de la tercera edad que se cayeron y quedaron lastimadas en el pavimento hirviendo del puerto de Veracruz en donde imperaban más de 40 grados.
