Por Manuel Hernández
Reportero de NOTIVER
En el comercio informal de Veracruz una artesanía pequeña de madera que representa una ceremonia de los Voladores de Papantla puede adquirirse hasta en 250 pesos.
Sin duda el célebre ritual veracruzano reconocido por la UNESCO como patrimonio inmaterial de la humanidad es una actividad que trasciende no sólo fronteras sino espacio y tiempo y además es sub empleo.
Espacio y tiempo porque por ejemplo, recientemente en redes sociales se viralizaron situaciones que tuvieron que ver con los Voladores, cuando un niño pequeño viajó desde Hermosillo hasta Veracruz para cumplir su sueño de convertirse en un "volador".
También se viralizó otro video en donde había unos perritos Voladores de Papantla y qué decir de la guardería que recrearon con niños de kínder la ceremonia en un desfile del 20 de noviembre.
Pero para mayor muestra el plano internacional, los voladores fueron la primera expresión indígena que se presentó en el festival de Glastonbury.
Un festival que se hace al oeste de Inglaterra en dónde jóvenes Voladores participaron en el festival de artes escénicas, en este rito asociado con el culto solar, la lluvia y la fertilidad.
O haber sido parte de un ritual milenario en Nueva York, por supuesto también estarán en la próxima cumbre Tajín.