Por: Yolanda De Luna/NOTIVER

Una vida con una trayectoria llena de experiencias, que con el tiempo se ha convertido en sabiduría, compartió la magistrada Beatriz Rivera Hernández en su onomástico.
Para Bety es un momento de gratitud con Dios, de proyectos por cumplir, de celebrar la vida y de gran felicidad, pero sobre todo el poder compartirlos con su familia.

En este día tan especial estuvo acompañada de su mami la señora Chica Hernández, quien fue la encargada de organizar esta comida en su honor.

Los asistentes degustaron distintos platillos con diferentes postres y vinos importados, mientras entonaban Las Mañanitas para desearle a la festejada larga vida, cabe hacer mención, que su sobrino Saúl con gran cariño y con mariachi le entonó varias melodías.

Los presentes le dieron sus mejores deseos a la abogada, quien con una sonrisa en su rostro les agradeció su presencia y el compartir con ella un nuevo año, al arrancar una hojita más de su calendario particular.