Texto y fotos: Héctor Bócker Cortés / NOTIVER
El reciente cumpleaños de Melina Rivera de Unanue se convirtió en una ocasión para el recuerdo, celebrada con gran esmero y cariño en uno de los restaurantes más exclusivos de Boca del Río.
El ambiente elegante y acogedor fue el escenario perfecto para una celebración llena de afecto, risas y buenos deseos para la homenajeada, quien fue rodeada de sus amigos más cercanos y de un grupo especial de invitadas.
La organización estuvo en manos de personas muy queridas para Melina: Raúl Piedra, Marliz Platas, Heidi Hernández, Yamileth Herrera y Majo Rodríguez, quienes cuidaron cada detalle para que el evento reflejara la importancia de esta fecha tan especial.
A la celebración asistieron casi todas las integrantes de las Damas del Voluntariado del DIF de Boca del Río, organización con la que Melina ha estado estrechamente vinculada, reflejando no sólo su compromiso social, sino también el cariño y respeto que estas damas le profesan.
La comida, que fue simplemente exquisita, ofreció una variedad de platillos que deleitaron el paladar de las presentes, acompañada de momentos de alegre convivencia y palabras emotivas en honor a la festejada.
Desde las primeras horas del día, Melina fue consentida por su familia más cercana.
Su esposo, Juan Manuel y su hija, Aitana, junto con el resto de su adorada familia, se encargaron de hacerla sentir amada y apreciada.
Las muestras de afecto no cesaron en ningún momento; flores, detalles y mensajes llenos de cariño llegaron a Melina, quien expresó su gratitud y felicidad por estar rodeada de tantas personas que la quieren y valoran.
Durante la celebración, no faltaron los brindis en honor a Melina, así como los discursos de sus amigas, quienes destacaron su generosidad, su alegría contagiosa y su incansable dedicación tanto a su familia como a las causas sociales a las que dedica su tiempo.
Las sonrisas y el ambiente de camaradería hicieron que la tarde se extendiera, dejando en el aire una sensación de satisfacción y felicidad compartida.
Al final de la velada, la festejada agradeció profundamente a todos los presentes por hacer de su cumpleaños un día inolvidable.
Fue, sin duda, una jornada que resaltó el valor de la amistad, el amor familiar y la gratitud por la vida.