Texto y fotos: Héctor Bócker Cortés / NOTIVER
En este día especial, Gigy decidió celebrar rodeada de algunas de sus amigas más cercanas.
Con una sonrisa radiante, las recibió una a una, agradecida por tenerlas a su lado en esta fecha significativa.
La atmósfera estaba cargada de emoción y anticipación, mientras compartían anécdotas, risas y recuerdos entrañables.
Las mesas del café se llenaron con deliciosos platillos y exquisitas bebidas, pero el verdadero festín era el amor y la amistad que fluían entre ellas.
Cada abrazo, cada palabra de aliento, cada gesto de cariño, eran como pequeños tesoros que Gigy atesoraría para siempre en su corazón.
Entre risas y confidencias, el tiempo pasó volando, pero el espíritu de celebración nunca disminuyó.
Cada momento era especial, cada conversación significativa, cada mirada cómplice fortalecía los lazos de amistad que las unían.
Así, entre abrazos y despedidas, la tarde llegó a su fin, dejando en el corazón de Gigy un cálido resplandor de felicidad y gratitud.
Porque en este día especial, Gigy Rosales no sólo celebró un año más de vida, sino también el regalo más preciado de todos: el amor y la amistad verdadera.
