DAVID MANUEL MARTÍNEZ PÉREZ
PSICOTERAPEUTA CLÍNICO
Certificado en Hellinger Sciencia

¡…HASTA LA MADRE…!

“PERCIBIENDO EL OTRO LADO DE LA REALIDAD”

“Si no estás hasta la madre, de estar tan aburrido de estar hasta la madre, es porque eres secretamente feliz, estando bien jodido y aburrido”.

¿Cuál fue tu primer pensamiento al despertar hoy por la mañana?

¿Qué pensamiento o cuál palabra que pensaste, que dijiste o que te dijeron, qué necesidad real o ficticia fue la que te hizo hoy levantarte de la cama? O... ¿Sigues en la cama soñando que todo cambiará y no haces nada?

¿Cuál fue tu último pensamiento que tuviste ayer antes de acostarte?

¿Serán estos pensamientos los mismos para hoy en la noche, para mañana por la mañana y para el resto de tu vida?

¿Cada noche que te acuestas eres uno y amaneces siendo el mismo?
¿Hasta cuándo vas a evolucionar?

¿Qué estás haciendo hoy para que tus pensamientos, tus palabras, tu vida en pareja, tu economía, tu salud, tu apariencia o tus estados emocionales cambien en este mismo momento?

¿Hasta cuándo permitirás que las cosas sigan igual cada anochecer, cada amanecer, cada día, cada semana, cada año e inclusive todo lo que sigue el resto de tu vida?

¿No te enloquece tanta negatividad, tanta pasividad, tanta dejadez, tanto miedo y tanto sin sentido?

Si eres una persona así y no cambias, deja de culpar a los demás de tu vida y sólo disfruta tu fracaso.

Si vives o convives con alguien así huye, si no puedes huir, es porque eres adicto / adicta a los fracasados y, eres cómplice de tu propio fracaso y de tu infelicidad.

Yo estoy hasta la madre, de quienes dicen que están aburridos de estar hasta la madre, y no hacen nada para dejar de estar tan aburridos de estar hasta la madre.

Ahora los descubro que estos individuos son unos farsantes que se victimizan para recibir interminable ayuda, pero que en lo más oscuro de su sombra son secretamente felices, viviendo y estando bien jodidos.

¿Por qué si estás hasta la madre no cambias?
¡Porque eres un infeliz feliz!
¡Muévete o muérete, tu pasividad te está acabando!

“Nuestro peor enemigo es nuestra mente, porque nuestra mente conoce nuestras debilidades”.

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INSATISFACCIÓN
Entre más seguridad deseamos, más inseguros nos sentimos, porque la seguridad que buscamos, no existe.

Lo que necesitamos es más sabiduría, más Luz, más consciencia, más espíritu para aceptar la vida tal cual “es” aceptar nuestro destino y desde esa consciencia poder generar transformaciones fundamentales en nosotros mismos.

Necesitamos un trabajo personal intenso con nosotros mismos, para que en los momentos críticos en que caemos, no seamos tan vulnerables a la caída, al sufrimiento, a la victimización, a la culpa y a la crisis existencial.

Como reclamamos un futuro, vivimos a cada momento a la espera de ese futuro, insatisfechos, vivimos a cada momento de paso, el presente es fugitivo y pasajero y apenas dura unos segundos.

Esperamos que cada momento pasa a continuarse, en un momento futuro y así pretendemos evitar la muerte, precipitándonos siempre hacia un futuro imaginario.

Queremos encontrarnos nosotros en el futuro.

No queremos sólo este ahora, sino otro ahora, y otros muchos más.

Y así, de modo paradójico nuestro presente empobrecido huye, porque le exigimos que termine, para que pueda pasar a otro momento futuro, el que a su vez sólo existirá para pasar.

Cuando no vivimos con alegría, satisfacción el presente, la caída al precipicio de la insatisfacción es inevitable.

Somos esclavos de nuestros incesantes pensamientos obsesivos pasivos, sin ninguna acción real, así nos convertimos en inútiles títeres del destino.

“Nuestro peor enemigo es nuestra mente, porque nuestra mente conoce nuestras debilidades”.

“Si no sabes domar demonios, no desates los míos”.

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FUTURO
Como reclamamos un futuro diferente pensando que ahí estaremos mejor, vivimos a cada momento a la espera de ese futuro irreal e incierto.

Cuando no vivimos intensamente el presente vivimos insatisfechos en cada momento, vivimos de paso sin dirección, sin fuerza, sin presente y sin futuro.

Así el presente es fugitivo y pasajero y apenas dura unos segundos para pasar, de la insatisfacción presente a la siguiente insatisfacción.

Nada camina hacia un mejor destino, mientras en el presente no tomemos consciencia de lo valioso que es el momento, a pesar de lo difícil y complejo o satisfactorio que éste sea.

“Nuestro peor enemigo es nuestra mente, porque nuestra mente conoce nuestras debilidades”.

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