DAVID MANUEL MARTÍNEZ PÉREZ
PSICOTERAPEUTA CLÍNICO
Certificado en Hellinger Sciencia
LA BODA
“PERCIBIENDO EL OTRO LADO DE LA REALIDAD”
El hijo se acerca a su padre y le dice:
“Papá, por favor, necesito de tu apoyo… necesito que me des una mano. Nos están faltando mil dólares para la fiesta de matrimonio, por favor, préstanos ese dinero y luego te lo devuelvo”.
¿Para tu boda? Preguntó, sorprendido el Papá. ¿Y cuánto va a costar el evento?
Todo el presupuesto es algo de 35 mil dólares… son más de 150 invitados… Papá, la mitad la estamos financiando con el banco y la otra parte con nuestros ahorros. Dijiste que si algún día necesitaba de tu ayuda podía acercarme a ti… sólo me faltan mil dólares, Papá.
El anciano se acercó a su hijo y en tono amable le dice:
“Ve a buscar a tu prometida, los espero en mi estudio...”.
Al rato llegaron los novios. Todos se saludaron.
El suegro les mostró su afecto y les dijo que estaba orgulloso de tenerlos como hijos.
Luego el anciano dice: He oído que van a gastar 35 mil dólares en la boda y necesitan que los apoye con mil dólares…
Si. - dice el hijo. Lo apreciaremos mucho, Papá. Vamos a dar una gran recepción y estamos ajustados de presupuesto.
¿Y por qué quieren tener una gran boda? Preguntó el anciano.
Bueno, es nuestro gran día.- respondió el novio.
Ella siempre ha soñado con una gran boda. Ya sabes, es el sueño de toda mujer…
El suegro se dirigió a la novia y le preguntó: ¿Has soñado con una gran boda o con un matrimonio fuerte?
La chica, sonriendo, dijo: “bueno, si lo pone así, claro que con un matrimonio fuerte…”.
El anciano miró a la pareja y dijo:
La fiesta de boda dura una noche… el matrimonio es lo que empieza después. Quiero que escuchen esto y vean que lo hago con la mejor intención.
¿Por qué gastar 35 mil dólares en un matrimonio?
¿Quieren que su matrimonio empiece con deudas?
¿Quieren endeudarse para impresionar a personas que realmente, la mayoría de ellas, ni siquiera están interesadas en que ustedes tengan un matrimonio feliz?
Luego el Papá dijo:
“Déjame compartirles mi historia. Cuando me casé con tu madre, gastamos alrededor de cinco mil dólares… eso era mucho dinero para la época. Me tuve que endeudar. Vinieron los invitados a la fiesta, comieron, bailaron, tomaron fotos, dijeron que bonito que está todo, luego cada uno se fue a su casa y yo y tu Mamá quedamos endeudados.
Todos los problemas por los que tu madre y yo pasamos, a nadie le importaba, incluso la familia no podía hacer mucho. Todo el mundo está ocupado viviendo su vida. Cuando las cosas se pusieron difíciles, muchos conocidos murmuraban sobre nosotros, algunos incluso parecían felices de que nuestro matrimonio estaba en problemas”.
He visto este guión repetido una y otra vez.
Las novias se estresan el día de su boda, ni siquiera pueden disfrutar, parejas enojadas con amigos que no los apoyan financieramente, lo peor es empezar el matrimonio en deudas o luchando financieramente.
El Papá continuó hablando: ¿Sabes que una boda no tiene que costar tanto, no tiene que ser estresante, no tiene que estar llena de gente que tal vez nunca volverá a hablar contigo?
En ese momento el hijo dijo: Papá, si no quieres o no puedes apoyarme está bien, lo entiendo, pero no tienes que darme todo este sermón…
La novia dijo:
“No mi amor, en realidad siento que tu Papá tiene razón. Me parece que lo mejor es una boda pequeña, más íntima, más familiar… y eso es más económico, y más sabio”.
El papá volvió a tomar la palabra:
“Hijo, en todos los años has sido un hombre, nunca has llegado a mí pidiendo dinero, pero ahora lo haces… y vienes a pedirme para tu matrimonio. Eso no es de un hombre inteligente. ¿Pidiendo dinero para montar un espectáculo? Yo miro más allá, miro tu matrimonio…
Si me dijeran que van a celebrar porque tuvieron un plan, ahorraron con tiempo y no necesitan endeudarse, lo aplaudiría.
Pero endeudarse para celebrar no es sabio. Y es mi deber decírtelo.
Hijo mío, cuando te cases y tengas hijos te vas a dar cuenta que lo importante no es la boda, sino el matrimonio.
NO gastes tu dinero en las apariencias.
Mejor compra tu terreno, construye tu casa, amuebla tu hogar, vete de viaje con tu esposa, empieza un fondo para la educación de tus hijos…
Luego el Papá abrió el cajón de su escritorio y sacó un cheque.
Le dijo: Todo el tiempo he estado esperando que me pidas que invierta en alguna idea de negocio. Mira, esto es para ti.
Tu mamá estaría orgullosa de esto.
Éste es un cheque de diez mil dólares… ve y haz algo para fortalecer la economía de tu matrimonio.
Ve con tu esposa, hijo, y juntos piensen no en una boda bonita, sino en un matrimonio fuerte.
Lee proverbios 31 que dice:
“el hombre que confía en la mujer virtuosa construye su imperio… ella le da ganancias, le da alegrías y no preocupaciones”.
¨Cuando compras algo no te cuesta dinero, cuando gastas tu dinero no pagas con tu dinero, Cuando compras y gastas pagas con el tiempo que invertiste para ganarlo.
Así que ten mucho cuidado en no gastar el tiempo que invertiste para ganar tu dinero, en cosas innecesarias de satisfacción inmediata y no de alegría duradera”.
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Psicoterapia Práctica
Manuel David Martínez
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