DAVID MANUEL MARTÍNEZ PÉREZ
PSICOTERAPEUTA CLÍNICO
Certificado en Hellinger Sciencia

MI NADA HUMILDE OPINIÓN

“PERCIBIENDO EL OTRO LADO DE LA REALIDAD”

Yo jamás digo "En mi humilde opinión".
Porque mi opinión nunca es humilde.
Es como dardos que llevan veneno en la punta para herir sin compasión.
Disparados con la precisión de un francotirador, para dar justo donde más duele.
Donde veo la herida abierta.
Y ni siquiera es intencional.
Es como un pvto poder que me dio el diablo al nacer.
Es por eso que siempre trato de guardarme, mi nunca humilde opinión.


Sé arrogante con la gente arrogante, este es el único lenguaje que respetan, ya que confunden la amabilidad con debilidad...
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CUANDO EL CULPABLE SIEMPRE ES EL OTRO.
El culpable siempre es el otro.
El tóxico siempre es el otro.
El negativo siempre es el otro.
El inconsciente siempre es el otro.
El poco empático siempre es el otro.
El causante de mi fracaso siempre es el otro.
El poco evolucionado siempre es el otro.
El incoherente siempre es el otro.
El insensible siempre es el otro.
El ignorante siempre es el otro.
El poco atento siempre es el otro.
El desagradecido siempre es el otro.
El que tiene que cambiar SIEMPRE es el otro.
Y la vida sigue pasando...
Y la “culpa” siempre la tiene el otro.
Y me sigo quejando.
Y la “culpa” siempre la tiene el otro.
Y sigo exigiendo lo que yo no me doy (ni pienso darme nunca).
Y la “culpa” siempre la tiene el otro.
Y sigo criticando en lugar de mejorar.
Y la “culpa” siempre la tiene el otro.
Y sigo sin atreverme a hacer cosas nuevas que cambien mi percepción.
Y la “culpa” siempre la tiene el otro.
Y sigo sin RESPONSABILIZARME (esta es la palabra) de mi vida y de lo que género en mi entorno.
Y la “culpa”, cómo no, es del otro…
Despierta... El otro eres tú.

Dicen que en esta vida, gana el que olvida.
Pero no.
El que recuerda sin que le duela.
Ese...ese es el verdadero ganador.


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MAESTROS

No hay víctimas ni enemigos para el alma... para el alma sólo hay Maestros:

Maestros del daño: Pasan por tu vida a recordarte que tu herida infantil sigue abierta, para que la revises con amor.

Maestros de la crítica: Pasan por tu vida a recordarte que tu ego es reactivo, para que lo mires con sentido del humor.

Maestros de la envidia: Pasan por tu vida a recordarte que tu don es prestado, para que lo emplees con humildad.

Maestros del rechazo: Pasan por tu vida a recordarte que ellos son tú, para que ilumines tu inconsciente con responsabilidad.

Una vez que comprendes esto, no ves enemigos en ninguna parte.

El mundo no viene a dañar quién eres.

El mundo viene a recordarte quién eres.

Cuanto más te olvidas de tu plan en la Tierra, más sientes que todos te "molestan".

Cuánto más consciente eres de tu misión en la Tierra, más sientes que todos te "potencian".

"De ti depende que entiendas que los demás solo te muestran las cosas negativas o positivas que debes trabajar o fortalecer en ti".

Tengo un pasado como lo tiene todo el mundo.

Pero mi pasado no me tiene.

Es por eso que puedo escribir sobre él, sin que se me humedezcan los ojos ni me tiemble el pulso. Y es en eso, en donde reside mi fuerza.
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HIJOS DE MADRES DECEPCIONADAS DE LOS HOMBRES

Si una mujer ha tenido malas experiencias con su padre, o en general con los hombres, es probable que trate de enseñar a su hijo o sus hijos varones a ser más sensibles, responsables y fuertes que los hombres que ella ha conocido.

Sin embargo, como ella no respeta a los hombres en su propio sistema de vinculación, es probable que los critique y hable mal de ellos, lo que muy probablemente hará que sus hijos se sientan atemorizados de volverse hombres.

Los hijos de madres decepcionadas de los hombres pueden sentirse agobiados.

Se les exige que actúen de cierta forma o que den algo que, desde el punto de vista de sus madres, no pudieron hacer sus padres o sus abuelos; además, deben lograrlo sin ningún modelo real del rol masculino.

La consecuencia es que tales hijos tal vez tampoco lleguen a ser hombres adultos por completo, y se refugien en roles pseudo-masculinos, como el tenorio o el héroe "macho" asilado, sin saber realmente cómo deben interactuar con una mujer, o cómo deben asumir la responsabilidad de sus propios hijos.

Que cosa tan extraña es el ser humano...

Necesita de la tristeza para saber lo que es la felicidad.

El ruido para apreciar el silencio.

Tiene que perder algo para reconocer el valor de lo que tenía.

Y necesita una ausencia, para valorar una presencia.

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Psicoterapia Práctica
Manuel David Martínez
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