DAVID MANUEL MARTÍNEZ PÉREZ
PSICOTERAPEUTA CLÍNICO
Certificado en Hellinger Sciencia

MI OTRO YO

“EXPANDIENDO LA PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD”


La relación de pareja es en realidad un espacio para poder aprender sobre uno mismo.

¿Y el enamoramiento? La experiencia de sentir mariposas en el estómago es maravillosa y hay que vivirla.

El enamoramiento es muy bonito, pero NO es amor maduro sino infantil. El enamoramiento genera dependencia. A poco andar hay que transformarlo en amor a segunda vista, porque el amor genuino es aquel que te libera, te hace ser tú mismo.

*Cuando me entiendo a mí, te entiendo a ti*

Ese entendimiento viene del Amor. La falta de Amor a nosotros mismos, nos hace sentir y percibir nuestra vida como carente de afecto, falta de apoyo y de atención. Cuando descubrimos nuestro propio Amor y lo compartimos, surge la ternura, la generosidad, la compasión.

En el fondo si no hemos madurado llevamos un bebé que echa de menos la unión, el amor incondicional cuando nuestras necesidades estaban cubiertas en el vientre de mamá. El sentimiento de confluencia según la psicología evolutiva dura hasta los 8 meses de vida. En principio la mamá y todo lo que existe a su alrededor, está a su servicio para cubrir sus necesidades.

Todos los que no han madurado llevan ese niño interior que anhela esa sensación de plenitud, el amor incondicional, ese paraíso perdido que sentíamos en el vientre de mamá. Lo busca en sus padres y, como ellos, no pueden cubrirlo porque también llevan lo suyo no resuelto. Además los padres tienen que frustrarlo para la socialización; esto forma parte del desarrollo sano del ser humano. Todo lo no solucionado con los padres durante la infancia, luego lo busca y lo reclama en la relación de pareja.

Todo lo que no ha colmado en la relación con los padres, la persona inmadura busca que la pareja lo cubra. Lleva(mos) agujeros en el alma, partes que no se han desarrollado, que no están en plenitud y de alguna manera cada ser humano tiene en su interior un niño caprichoso que le exige a la pareja que cubra sus necesidades de cariño, de sentirse visto, y se siente con derecho de exigirle al otro miembro de la pareja de lo que necesita. Y así inmaduros vamos a la pareja. Empieza la competitividad en la pareja que destruye la relación.

*La relación de pareja es el reflejo de la relación con uno mismo*

Cuando el niño o la niña herida que habita en nuestro interior espera inconscientemente que el otro le llene sus huecos del alma, surgen los problemas y cargamos al otro.

Una relación de pareja es un acuerdo entre dos adultos y no la incondicional relación materno o paterno filial que a veces anhelamos... esa mamá y ese papá perfecto que cubra nuestras necesidades y que sentimos que no tuvimos. En la medida que acepto a mis padres y a mi infancia tal y como fue, dejo de exigirle a la pareja.

La solución pasa porque cada uno tome a su niño/a interior en sus manos, y se haga cargo de las necesidades que tiene cada uno, en vez de volcarlo en la pareja. Si el otro miembro de la pareja hace lo mismo, la relación fluye en armonía.

Cuando buscamos que la otra persona nos haga felices, porque nosotros no somos capaces de hacernos felices por nosotros mismos, esa es la clave para que la pareja se rompa.

Es importante estar bien con uno mismo y conocerse uno mismo, para que pueda funcionar nuestra relación de pareja.

Cada persona para convertirse en un adulto sano tiene que convertirse en el padre y la madre ideal de sí mismo y, acabará transformándose en un manantial de abundancia.

*Cuando una persona se desconoce a sí misma es imposible establecer una relación sincera y verdadera con el otro. Si me desconozco, estoy en el autoengaño.*

La pareja me expone y me obliga a sacudir el polvo de mi propia alfombra; se levanta una polvadera y a otro generalmente tampoco le gusta mirarlo, porque le recuerda su propia polvareda que no quiere mirar y surge el conflicto.

No es solamente el Amor lo que consolida una relación, es el modo de relacionarse, el respeto, cuidarse, apoyarse, mirar en una misma dirección, ser feliz haciendo feliz al otro, mantenerse unidos en los mejores y peores momentos. Todo esto construye una base sólida para afianzar y ser feliz en el Amor.

*La clave para tener éxito en una relación no es encontrar a la persona adecuada, sino aprender a Amar a la persona encontrada*.

El Amor es por lo tanto una *“DECISIÓN”*, no es sólo un sentimiento.

Recuerda que el destino determina quién entra en tu vida y que depende de ti decidir quién quieres que camine a tu lado, a quién permites que se quede, y a quién quieres dejar ir. *Esa es tu responsabilidad*.

Estar solo es una forma de conformismo. Prefiero resignarme y estar solo en vez de mirar lo que hay dentro de mí. Ver lo doloroso, lo que se ha ocultado. *El verdadero trabajo con uno mismo está relacionado con una actitud valiente y no mediocre.*

Para llegar a una relación de pareja primero tienes que resolver la relación contigo mismo. Una relación funciona cuando las dos personas están en un grado similar de evolución, de autoconocimiento y de “limpieza”. A veces, las relaciones se sostienen desde el conformismo y el autoengaño. También es una actitud aprendida, lo que suelen hacer los otros.

Una relación de pareja basada en el amor es una relación basada en la responsabilidad, cuando la persona asume las consecuencias de sus pensamientos y de sus emociones y no le exige al otro. Se la reconoce porque no hay exigencias ni condiciones. Eso significa que cada persona se está apoyando en sus propios pies, se siente entera y entonces se puede dar el compartir. No espera que el otro venga a salvarle, a complementar su carencia y a cubrir su desesperación.

*Cuando dependes de alguien es imposible que le ames*. Te conviertes en el vigilante de sus actos, cuando te sientes un compañero, la relación es auténtica, real y se establece el equilibrio en el dar y recibir.

¿Cómo encontrar pareja? ¿Cómo distinguir una relación auténtica? Son aquellas que aparecen cuando estás haciendo lo que deseas y siendo por tanto feliz, no aquellas que buscas para ser feliz. *Haz lo que te apasiona, lo que te completa, y aparecerá la persona adecuada a ti*.

Lo cierto es que arrastramos los patrones y las creencias que aprendimos en la infancia sobre nosotros mismos, los demás y el mundo, que nos condicionan. Inconscientemente me atraen las personas que fortalecen mis patrones de pensamiento. Si yo siento “yo no valgo”, surgirán personas que me lo harán sentir. Luego me bloqueo y desarrollo defensas para bloquear el dolor pero no para resolver el problema.

Algunos reconocen su problema, otros lo proyectan fuera: “Son los otros lo que me hacen daño a mí y yo estoy bien”.

Una relación “especial” es un intento de encontrar el consuelo y la paz de la devastación interna que siento por mis propias creencias. Cuando tratas de encontrar a alguien que amortigüe tu propio dolor. Es una fantasía.

Para entenderte a ti mismo es necesario dejar de temer al amor y atreverte a experimentarlo, en todas las interpretaciones que el ego te mostrará. El amor no duele, lo que duele es la expectativa que generaste a su alrededor.

Llegar a la armonía total en una pareja requiere tiempo, construcción, consciencia y voluntad. El amor es CONSCIENCIA y SABIDURÍA.

AMAR es una decisión.

AMAR a tu Pareja, significa aceptarla tal como es, valorarla, respetarla, compartir todo, tu riqueza material, intelectual y espiritual.

Y todo eso te hará feliz por amar.

Poco a poco el amor se convierte en una relación, se convierte en un estado de tu ser.

El Amor es como un ejercicio de jardinería. Arrancas lo que hace daño, prepara el terreno, siembra, sé paciente, riega y cuida el terreno. Estate preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvias, más no por eso abandones tu jardín.

Amar es no sufrir. El amor no tiene por qué doler.
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Psicoterapia Práctica
Manuel David Martínez
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