La dama presentó la documentación requerida y el 5 de octubre del 2020 se le autorizó el crédito en la sucursal de 20 de noviembre y Cañonero Tampico, obligándose a pagar 72 mensualidades, pero no realizó ni un solo pago.

Cuando el personal de Caja Popular Mexicana requirió a Oralia Santa que pagara el crédito adquirido, explicó que a ella la convenció el señor Bruno G.V. para que le prestara su identidad y documentos para ese crédito, que no habría problema.

Incluso por prestarle el nombre le daría la cantidad de 25 mil pesos, según lo que reportó ante el personal de la Caja Popular Mexicana, sin que haya vuelto a saber nada de Bruno.

Para el jurídico de la empresa agraviada, podría tipificarse el delito de fraude y quizá dos ilícitos más y, finalmente, será Oralia Santa quien debería asumir la responsabilidad por esos hechos.