SE VENGARON PORQUE LOS CONTAGIO CON EL VIRUS DEL SIDA
* La madrugada del 27 de octubre del 2015, el coreógrafo Emilio León Islas fue hallado muerto, con huellas de violencia, en su casa de Boca del Río
Por FEDERICO GARCIA
Reportero de NOTIVER
Un Juez sentenció a 45 años de prisión al fontanero Hugo Francisco L.E. y a su cómplice Enrique H.G. por el crimen del coreógrafo Emilio León Islas, al que asesinaron en Boca del Río en venganza porque los contagió de VIH.
La Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó que un Juez sentenció a 45 años de prisión a los reos Hugo Francisco L.E. y a su cómplice Enrique H.G. por homicidio doloso calificado, en la Causa Penal 275/2015.
La madrugada del 27 de octubre del 2015, el coreógrafo Emilio León Islas fue hallado muerto, con huellas de violencia, en su casa de calle 11 número 15-B, colonia Lecheros en el municipio de Boca del Río.
Esa madrugada, se trasladaron marinos de la Policía Naval y elementos de la Policía Ministerial, quienes al arribar se percataron que dos chavos intentaban darse a la fuga y procedieron a la captura.
Se trataba de Enrique H.G. y Hugo Francisco L.E., quienes habían asesinado al coreógrafo y lo dejaron tendido sobre el piso, boca arriba, con un cable de plástico atado al cuello y el rostro cubierto con un pedazo de toalla.
Los criminales confesaron que, seis meses antes del crimen, conocieron al coreógrafo en el antro “Remember”, quien con el paso de los días les propuso que sostuvieran relaciones sexuales en su casa y que, a cada uno, le pagaría la cantidad de 300 pesos.
Relataron que, a partir de esa primera vez, empezaron a frecuentar a Emilio, sabían que era gay y cada vez que tenían relaciones sexuales les pagaba 300 pesos, ambas partes consideraban que esos encuentros eran un buen negocio.
Pero la suerte no siempre los acompañó en su relación con el coreógrafo, ya que en una ocasión, cuando el fontanero Hugo Francisco hacía trámites para ingresar a laborar a una empresa, lo mandaron a hacerse unos análisis y, luego, le negaron el empleo.
Al preguntar la causa por la que le negaron el empleo, le notificaron que no podían contratarlo porque había resultado positivo a VIH (SIDA), hecho que le generó mucho coraje, pues sabía perfectamente el origen del contagio.
Se lo platicó a su cuate Enrique, pues existía la posibilidad de que hubiera sido contagiado también, porque también tenía sus encuentros sexuales con el coreógrafo.
Y fue así como planearon asesinar al coreógrafo, en venganza porque los había contagiado.
El día acordado, se dirigieron a la vivienda de su “cliente” allá en la colonia Lecheros del municipio de Boca del Río y, en el camino, todavía recogieron un pedazo de cable de plástico.
Poco después, cuando encararon al coreógrafo para reclamarle el haberlos contagiado, le pusieron el cable en el cuello y Emilio todavía se defendió, cayendo al suelo y en la caída se desnucó, argumentaron los homicidas.
Y, cuando huían, fueron detenidos por la policía en aquel mes de octubre del 2015 y, casi nueve años después, han sido sentenciados a 45 años de cárcel.
